El segundo de los tres informes que constituirán el V informe de cambio climático de las Naciones Unidas (el IV se publicó en 2007) se ha presentado este fin de semana en la ciudad japonesa de Yokohama. Si el pasado septiembre, el grupo I, sobre aspectos científicos del calentamiento global, apuntaba a la responsabilidad de las emisiones de efecto invernadero -reiterando las afirmaciones de hace siete años-, el grupo II, centrado en la vulnerabilidad de los sistemas socioeconómicos y natural, ha advertido que ya se han observado impactos del cambio climático en la agricultura, la salud humana, los ecosistemas terrestres y los océanos, el abastecimiento de agua y los medios de vida de algunas personas. Y lo más llamativo es que se están produciendo desde los trópicos hasta los polos, desde las islas pequeñas hasta los grandes continentes y desde los países más ricos hasta los más pobres. Sin embargo, en muchos casos la vulnerabilidad al cambio climático confluye con otras tensiones y agrava sus riesgos. Sólo queda pendiente el trabajo del grupo III, que aportará opciones para mitigar el cambio climático a través de limitar o prevenir las emisiones de gases de efecto invernadero o la promoción de actividades que eliminen esta contaminación de la atmósfera.