Este periódico nos traía un titular en primera plana que refleja el efecto o impacto que la actitud de este gobierno en funciones que no deja de ser la misma en su desgobierno ha tenido en toda su legislatura. El titular era este: «El conflicto entre el Congreso y el Gobierno bloquea las reclamaciones valencianas». Y luego en el texto citaba la reforma del estatuto, los 19 millones de multa de la UE por ocultación del déficit, los intereses del FLA, y la reforma de la financiación.

Recordemos que este gobierno para lo que le interesa no está en funciones y sí para algo que en absoluto le correspondía, como era la ampliación de la concesión a una papelera en Pontevedra, en 60 años más de vida, lo que además de ser ilegal por incompetencia, en las dos acepciones de este concepto „el jurídico y el profano (cualquiera entiende que eso no es un acto de trámite)„ determinó como ya se sabe, la declaración de persona non grata del Sr. Rajoy, por el ayuntamiento pontevedrés. Pero ahora y con el cinismo inherente a esta partida, sostienen y mantienen que no se puede controlar a este (des)gobierno en funciones por las Cortes, incluida en esta postura la «legalista» Vicetodo.

En toda la legislatura suponen que les favorecía a sus posturas un matonismo político, de lo que cabría enumerar algunos de sus ejemplos más insignes en estos cuatro años: no aceptar enmiendas en ningún proyecto de Ley, gobernar o desgobernar por Decreto Ley, o sea mutando la excepción a norma ( «solo se podrá utilizar el decreto Ley en casos de excepcional urgencia€..» reza el requisito esencial para esta figura legislativa) con más de 75 Decretos leyes frente a un total de 145 proyectos de Ley, algo sin precedentes, o aplicando el rodillo, convirtiendo la mayoría absoluta en absolutismo, creyéndose también que se les había dado un cheque en blanco, que lo han convertido en negro.

La primera concreción de esta rebeldía del ejecutivo se ha dado con la incomparecencia de Morenés, el Ministro de Defensa, ante la comisión del ramo del Congreso. A esto podríamos sumar las 105 incomparecencias de Rajoy en toda la legislatura; las 3.500 preguntas del Congreso y Senado incontestadas.

A estas incomparecencias del presidente podrían sumarse las tantas que han practicado en esta legislatura, recordemos como una de las últimas, la del inefable Ministro del Interior, interesada con motivo de su entrevista con el Sr. Rato.

Y para que no nos engañen más el artículo 26-2 de la Ley 50/1997-27-11, de Gobierno, prescribe: «todos los actos de Gobierno están sometidos al control de las Cortes Generales» y sabido es que en donde la Ley no distingue no se debe ni puede distinguir, osea que ese control debe existir sea el gobierno en funciones o no.

Y de telón de fondo de este desgobierno, que sigue despreciando a la ciudadanía, que para el PP incluido los masoquistas que les votan son vasallos, la voz desagradable, no solo por su fonía, sino por su fondo, que desvela lo poco que velaba una Rita amedrentante y amenazadora para los suyos, como antes lo fue para la oposición.

¿Y esta partida aún pretende seguir desgobernando? Ya veremos con el tiempo la herencia que nos han dejado, ellos que han usado hasta la extenuación y hasta casi anteayer la herencia de Zapatero: España, un solar.