Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Percebes y chuletón

Hay que ver como los partidos nuevos y viejos de este país se parecen a las variopintas milicias de Siria: se ha decretado el alto el fuego porque hay elecciones en Euskadi y Galicia y el ajedrez del poder mundano se suspende hasta dar cuenta del chuletón de buey vasco, oyes, o del quilo de percebes, el Gobierno lo haremos por Navidad. Que los percebes se coman a sí mismos y que buey coma buey es, sin duda, un contradiós: la agonía de los bueyes tiene pequeña la cara. Si había alguna urgencia por atender a los desahuciados o a los niños que no comen tres veces al día, ahora parece que ya no se acuerdan de aquello por lo que se lanzaron a la pelea ¡Ah, sí, para liberarnos de la tiranía de Al Asad!

Alguien dijo que había que regenerar este sistema clientelar y podrido hasta las orejas, pero por lo visto el muladar y sus moscas tiene encanto y, oye, hasta les votan porque la caca conocida está señalizada y temen resbalar con otras de incierta ubicación. Así que ya somos europeos cobardes y desnortados, como esos alemanes que queman locales de refugiados o esos franceses que no quieren más fugitivos y si son musulmanes, aún menos. Ni que decir tiene que quien se preocupa más del patrimonio que de la honra, perderá patrimonio y honra. Rita, alcaldesa perpetua como la Virgen, encoje, pero se le dilata la nómina, qué cosas.

Así que la actividad política en Siria y en España se reduce a la creación del enemigo. De su imagen ¿Enemigo de quién o qué? Sólo importa que parezca muy culpable, por feo o por demasiado guapo. La televisión también bombardea y ni ofrece el respiro de una tregua que se viola tantas veces como haga falta si los rusos mejoran su posición a costa de los americanos (bipartidismo imperfecto) o los chiís ganan en perjuicio de los fundamentalistas. O al revés: luego dicen que por asegurar el auxilio a la población civil, reanudamos los bombardeos. Aquí sólo hemos recuperado el 5% de los millones que nos costó reflotar la banca y no parece que les apunten a la yugular con un cuchillo oxidado: ¿A que pagarás? Nada, a ver si salva el Valencia C.F. y descansamos.

Compartir el artículo

stats