Como si nada hubiera pasado durante los duros años de la crisis en España, y especialmente durante los cuatro años de gobierno de Rajoy, los grupos de presión económicos y mediáticos pretenden, con una agresiva campaña contra todo el que no colabore a la continuidad del gobierno del PP, hacer borrón y cuenta nueva, mediante la elección de Rajoy como presidente del gobierno para que todo siga igual. Estos grupos de presión y quienes desarrollan y difunden su estrategia para el control de la opinión pública mediante el miedo a los grandes males que nos esperan si Rajoy no es elegido presidente de gobierno, pretenden que nos olvidemos de la Reforma laboral, que ha impuesto y generalizado los contratos basura y los salarios de miseria; pretenden que nos olvidemos del vaciamiento de las arcas de la Seguridad Social, poniendo en peligro las pensiones y reduciendo considerablemente el número de parados que reciben las ayudas al desempleo; pretenden que nos olvidemos de la Ley de educación impuesta por el PP y de la reducción del gasto público en enseñanza y sanidad; pretenden que nos olvidemos de los miles de españoles que han tenido que irse a trabajar al extranjero; pretenden que nos olvidemos de la ley mordaza y de la persecución desde el ministerio de Fernández Díaz a dirigentes políticos de otros partidos según revelan conversaciones del Ministro publicadas hace unos meses; pretenden que nos olvidemos que el PP ha gobernado con Reales Decretos limitando las funciones del parlamento y deteriorando el funcionamiento de la democracia; pretenden que nos olvidemos del crecimiento de la corrupción hasta niveles inimaginables; pretenden que nos olvidemos del injusto sistema de financiación de las autonomías; pretenden, en definitiva, que nos olvidemos del inmenso crecimiento de la desigualdad en España donde unos pocos cada vez son más ricos y la mayoría cada vez somos más pobres.

Y no es posible, ni es justo, que los ciudadanos, perjudicados por los cuatro años de gobierno del PP aceptemos el borrón y cuenta nueva. Lo que haría Rajoy si consigue, con las presiones de los grupos de presión económicos y mediáticos, seguir de presidente, sería hacer exactamente lo mismo que ha hecho en los últimos cuatro años: reducir más el estado de bienestar, continuar vaciando el funcionamiento del sistema democrático, dar carta de naturaleza a la corrupción e incrementar el malestar en más autonomías.

Solo hay que ver el intento de enviar al Banco Mundial a Soria que dimitió del Gobierno por tener negocios en paraísos fiscales y mentir, y el esfuerzo para mantener a Barberá en el Senado. A Soria le envía al Banco Mundial inmediatamente de firmar con Ciudadanos el pacto contra la corrupción y, además, él y buena parte de sus ministros mienten públicamente a todos los españoles. Esto únicamente puede explicarse porque nada les importa con tal de conseguir sus objetivos y porque nos consideran a todos incapaces de discernir la verdad de la mentira.

Con todos estos antecedentes, lo peor que nos puede pasar no es que se forme un Gobierno del PSOE y de Unidos Podemos, con la abstención de otros partidos para la elección de Sánchez como presidente, ni que continúe el gobierno en funciones hasta las terceras elecciones, si es que no se consigue el acuerdo, lo peor que nos puede pasar es que Rajoy sea elegido presidente. España no necesita cualquier gobierno. España necesita un gobierno para cambiar la política y las leyes aprobadas en los cuatro años de gobierno de Rajoy y para dar una solución positiva a los problemas que la crisis económica ha causado a la mayoría de los ciudadanos.

Por ello resulta difícil comprender que desde sectores del PSOE, o desde partidos que dicen querer la regeneración de la democracia, o desde ámbitos progresistas se presione a la actual dirección del PSOE para que facilite la elección de Rajoy. ¿Los partidos que faciliten la elección de Rajoy podrán continuar reivindicando el estado de bienestar, el fomento de la igualdad entre los españoles, la defensa de los servicios públicos y de las pensiones, la financiación de las autonomías y una solución al modelo territorial de España? Quienes faciliten el gobierno de Rajoy perderán la credibilidad para formular una alternativa que ahora no han intentado, aunque haya que pasar por un nuevo proceso electoral.