No es una cuestión electoral ni ha de ser materia de manipulación electoralista. El socio, los socios del Ateneo Mercantil de Valencia, han de ser considerados en todo momento como el centro de la institución y como el objetivo del trabajo de la junta directiva.

Es por los socios por los que ponemos en marcha la candidatura y es por los socios por lo que he de renovar en la presidencia del Ateneo. La trayectoria de mi candidatura, la de sus integrantes, viene avalada por los logros de estos últimos años desde un punto de vista colectivo. Pero, además, cada uno de sus integrantes a título individual llega a estas elecciones acompañado de una trayectoria ateneísta limpia y transparente. Sin sorpresas.

La buena gestión realizada en este último período ha llevado al Ateneo a convertirse en uno de los centros motores de la ciudad de Valencia. Un espacio donde los socios pueden desarrollar sus inquietudes culturales y sus actividades lúdicas, con la garantía de estabilidad que nos da nuestra absoluta independencia económica. Y esa es la línea de futuro que nos hemos trazado: el bienestar de nuestros socios y la salvaguarda de sus intereses. Una defensa que hemos situado por encima de intereses personalistas o de candidatura. Una defensa, la de los socios, que planteamos de forma pareja a la defensa de la existencia del propio Ateneo, ya que para nosotros el socio es el centro mismo del Ateneo.

Ante esta campaña, planteada con total limpieza por nuestra parte, hemos encontrado una oposición basada en el ataque y en la búsqueda del descrédito. Afortunadamente no todos actuamos de la misma manera. Estoy firmemente convencida de que no todo vale para conseguir los objetivos marcados. Y no todo vale porque la ética nos obliga como personas y porque nuestra condición de ateneístas nos obliga a ser éticos como candidatos.

En estos días hemos encontrado una oposición que, muy lejos de ofrecer propuestas para nuestros socios, se limita al ataque basado en infundios, rumores creados a tal propósito y acusaciones absolutamente alejadas de la realidad. No soy partidaria, especialmente por el profundo conocimiento que tengo del Ateneo, de plantear la campaña como si de un enfrentamiento entre partes se tratara. Eso? que lo hagan otros. Nosotros estamos lejos de esas actuaciones populistas y de corto recorrido. Lejos del ruido y del enfrentamiento.

Para nosotros, estas elecciones se plantean exclusivamente en términos ateneístas. Sin caras ocultas. Nuestro interés es el de garantizar un futuro de buena gestión y trasparencia, tal y como se viene haciendo. Con cuentas auditadas y públicas, con el absoluto control y participación de los socios. No podemos entender el tono de enfrentamiento que se intenta generar en esta ocasión. Un enfrentamiento artificial, en todo caso entre candidaturas, que algunos intentan trasladar a un enfrentamiento entre socios. Y no queremos eso. Nada más lejos de la realidad del sentimiento ateneísta.

Nos hemos encontrado enfrente con la campaña del doberman. Y no nos gusta. Ni a nosotros ni a la mayoría de los socios del Ateneo. No nos gusta el juego sucio ni el intento de hacer aparecer los rumores infundados como si fueran reales. No nos gusta que se alegue desconocimiento de algunas cosas, y que se utilicen como arma arrojadiza, cuando quienes lo hacen pertenecen actualmente a la Junta y tiene acceso a toda la información, ya que el Ateneo es totalmente transparente. Y no nos gusta que, por intereses meramente electoralistas, se ensucie el nombre de la institución en aras de no se sabe muy bien qué beneficio.

Lejos de todo esto, me presento a estas elecciones con un único interés: nuestros socios.