Hasta que el viento de poniente no dejó de soplar con intensidad, las labores de extinción no pudieron controlar el fuego que ha destruido casi 1.300 hectáreas en la Sierra Calderona. Los agentes meteorológicos mantienen una gran supremacía sobre el origen y el control de las llamas en el entorno mediterráneo, a pesar de todos los medios y personal desplazados en las zonas afectadas. La entrada de viento marino tras varios días de flujo seco y fuerte del oeste, junto a niveles de humedad relativa muy baja, facilitó el control de las llamas. Las causas de este siniestro que ha quemado alrededor de 400 hectáreas del ecosistema protegido del Parque Natural de la Sierra Calderona todavía están siendo analizadas por parte del Seprona de la Guardia Civil, la Conselleria de Medio Ambiente y la Agencia Estatal de Meteorología. Sin embargo, se ha avanzado que este desastre ecológico pudo haber surgido de la chispa de un rayo dormido.

Los incendios forestales son uno de los temas ambientales de mayor preocupación en el seno del Consell Valencià de Cultura, junto con el cambio climático. Recientemente, Ana Noguera, una de las vocales de este organismo consultivo recordaba algunos de sus informes que abordan la desertificación del territorio mediterráneo, el deterioro del paisaje y la biodiversidad o el incremento de las temperaturas, que realmente se merecen más atención pública y política. De hecho, en relación con la II Estrategia de Cambio Climático, en revisión desde el cambio de gobierno autonómico hace dos años, el CVC asegura: «Sería deseable que tuviera una actividad mayor».