CC OO PV ha firmado los acuerdos a favor de una financiación y unas inversiones justas. Con motivo del 1º de Mayo, incorporó entre sus reivindicaciones la modificación del sistema de financiación autonómico porque venía dando muestras de inequidad.

El sindicato asumió entonces que, además de trabajar en una postura común de toda la sociedad valenciana a través de un manifiesto, era necesario hacer visible el descontento creciente con la financiación y las inversiones que el Estado, a través de los gobiernos, ha venido poniendo a disposición de la Generalitat Valenciana.

Multitud de reuniones, gestiones realizadas y muchas son las entidades, sindicatos y partidos con los que hemos compartido camino y objetivos.

Es verdad que cuando anunciamos la convocatoria de una manifestación que fuera integradora y representativa de nuestro territorio, no todo el mundo la veía factible y, en más de una ocasión, se llegó a dudar de que se fuera a llevar a cabo.

Más de seis meses han transcurrido desde entonces y debemos sentirnos razonablemente satisfechos, porque vamos en la dirección correcta. Ya nadie duda de que el 18 de noviembre habrá una manifestación cívica en defensa del derecho de las valencianas y valencianos a recibir un volumen de recursos acorde con su PIB y población, que respete los principios de suficiencia financiera y de solidaridad que recoge nuestra Constitución.

Será una gran manifestación, que no va contra nadie, sino a favor de nuestra tierra. Que no pretende hacer un ejercicio de victimismo ni de insolidaridad, porque se basa en datos objetivos que son argumento irrefutable entre las personas expertas, los partidos políticos e incluso para el ministro de Hacienda que tampoco los cuestiona.

En estos meses se ha llevado a cabo una campaña explicativa a la ciudadanía y se ha conseguido situar la financiación en la agenda de nuestra comunidad como el gran tema. Ha sido motivo de debate y reflexión en el ámbito político, social, económico o universitario.

La Comunitat Valenciana ha contribuido de manera solidaria a las arcas del Estado, con sus exportaciones, con sus productos industriales o con el turismo, pero nos hemos ido empobreciendo. Ahora con 12 puntos menos de la renta media de España no es posible entender ni justificar que sigamos aportando más que lo que recibimos.

En sanidad, educación, dependencia o número de empleados y empleadas públicos por mil habitantes, estamos mal situados respecto a la mayoría de comunidades autónomas. Tenemos más desempleo, más temporalidad, salarios más bajos y, por tanto, peores pensiones. Todo ello, aun reconociendo los avances en la economía y en las políticas sociales. Insisto, no queremos presentarnos como víctimas, no cuestionamos el sistema de financiación autonómica, pero sí los criterios de distribución de los recursos, que nos conducen a los y a las valencianas a percibir 237 euros por habitante menos que la media del Estado.

Algo parecido nos pasa con los recursos que el Gobierno del Estado destina a las inversiones en infraestructuras. Son demasiados años en los que no hay una correspondencia, entre lo que se compromete en los presupuestos y el peso poblacional o nuestro PIB. En este año hemos sido los últimos en inversiones con un 6,9 % o, lo que es lo mismo, a 119 euros por habitante, a 66 euros de diferencia con la media. Eso por no mencionar que el Gobierno ejecuta menos de lo presupuestado.

Esta situación de infrafinanciación ha hecho crecer la deuda en aproximadamente 18.000 millones de euros, de un total de 45.000, lo que en su conjunto hace que el presupuesto de la Generalitat destine más de 5.100 millones a amortizar la deuda y sus intereses. Esta cantidad es superior en un 9,2 % al gasto que la Generalitat Valenciana realiza en materia de educación.

En definitiva, nos sentimos parte del proyecto común, pero queremos que los recursos se repartan con justicia. El presente y el futuro de nuestros hijos e hijas, de nuestros mayores, de nuestra sociedad, están en juego. Llenar las calles de València de manera pacífica y democrática también es un deber cívico y moral de las valencianas y valencianos. El 18 de noviembre en la calle Guillem de Castro, a las 18 horas, os estaremos esperando.