Las tormentas de verano en el Pirineo y Prepirineo catalán» del geógrafo Jordi Sacasas es un libro realizado en 2008 y publicado por la editorial Publicaciones de la Abadía Montserrat. En esta obra se afirma que gran parte de esta área montañosa recibe las precipitaciones más elevadas en verano fruto de la alta frecuencia de tormentas en esta área. En la plana 79 del libro el autor afirma que las tormentas es un riesgo elevado en todo el ámbito pirenaico y que el período de retorno de tormentas con precipitaciones iguales o superiores a 60 mm en una hora es alrededor de 10 años. También el autor hace un repaso de las situaciones sinópticas más frecuentes de las tormentas son el paso de colas de frentes fríos y vaguadas. El movimiento más frecuente de las tormentas en verano es del oeste-noroeste. Esta área, especialmente el Pirineo oriental, es un nido de tormentas, por efecto de la convergencia de vientos y el efecto orográfico, las marinadas que penetran a través del curso de los ríos provocan que el aire cálido al remontar las montañas se enfríe y aumente su contenido higrométrico hasta condensarse y formar las nubes de tormenta, los cumulonimbos. Esto no sucede todos los días de verano, sólo se produce cuando hay condiciones meteorológicas favorables, un gradiente térmico vertical elevado, hecho frecuente en verano, inestabilidad atmosfèrioca y una situación sinóptica favorable. Las tormentas más fuertes de Cataluña según Sacasas no se dan en el Pirineo sino en otros lugares. Así según nuestras observaciones las tormentas veraniegas más intensas de Cataluña se producen especialmente la comarca de Osona, y comarcas vecinas, como la Selva, Garrotxa y Vallès Oriental. En algunas ocasiones las tormentas más fuertes observadas en Cataluña se han producido en la ciudad de Girona, tal como sucedió el pasado 30 de junio de 2017, con 75 mm de precipitación. Y en otros días las tormentas más fuertes pueden producirse en la costa, como el 1 de agosto de 1995, con más de 200 mm en Barcelona. Jordi Sacasas también afirma en su libro que el factor clave que explica la elevada precipitación en verano es la persistencia alta de tormentas, estas son más frecuentes respecto al resto de Cataluña.