Aprovechando el 8 de marzo me ha parecido oportuno realizar algunas reflexiones sobre la mujer en la climatología y la meteorología. Partamos de que, en mi opinión personal, sólo los y las que entienden de verdad deberían hacer pronósticos del tiempo en los medios. En primer lugar, durante años llamó la atención el predominio de hombres del tiempo y la escasa presencia de mujeres. En algunos momentos algunas televisiones optaron y optan por colocar en la información meteorológica personas que no eran especialistas en los campos necesarios para hacer estas previsiones, la Geografía o la Física, que sólo leían la información elaborada por otros. De forma descarada, confesándolo de puertas adentro incluso, solo ofrecían esa posibilidad a mujeres atractivas para ganar audiencia, sin importarles la calidad de la información aportada, era una cuestión de escaparate, impresentable para las propias mujeres que sí sabían elaborar previsiones. En muchas televisiones todavía se hace y en algunas extranjeras se llega muy lejos. Curiosamente acabo de hacer una búsqueda en Google de mujeres del tiempo y automáticamente se autorrellena «mujeres del tiempo sexys», con las correspondientes fotos y sin decir si saben o no del tema, eso no parece importar a quien elabora estos rankings. Afortunadamente algunas mujeres, geógrafas y físicas, se han ido abriendo paso en este mundo. Pilar Sanjurjo, pionera, o Ana de Roque más tarde, seguidas después por Victoria Rosselló, Mar Gómez, o Mónica López, por ejemplo, han obtenido grandes éxitos de audiencia, no sólo presentando sino liderando incluso equipos de predicción, capaces también de comunicar con la opinión pública. No obstante, en números absolutos, siguen siendo minoría. En los grupos de aficionados a la climatología y la meteorología nos sigue llamando la atención el escaso porcentaje de mujeres, aunque, curiosamente, son muchas veces las más militantes. En los grados de Geografía y Física suelen predominar los hombres. En el propio equipo de comentaristas del tiempo de esta sección hay una única mujer, todos los demás somos hombres. Queda mucho por hacer.