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La apertura de la Vía Verde, Benicàssim-Orpesa ha supuesto un auténtico éxito entre turistas y vecinos de ambas localidades. La mejor prueba es que habrán pasado alrededor de 2oo.ooo usuarios en 2 meses por sus 6 kilómetros de trazado siguiendo la antiguo vía ferroviaria. Sin embargo, surgen los primeros problemas: el mantenimiento y limpieza de la senda. La Conselleria de Infraestructuras es, según fuentes de ambos municipios, la encargada de la seguridad y el mantenimiento. Sin embargo, las bolsas de desperdicios se apilan en torno a las pocas papeleras repartidas por el recorrido, sin que nadie parezca dispuesto a retirarlas.

El problema de competencias, una vez más, vuelve a repercutir negativamente sobre los usuarios que, en este caso, no debe olvidarse son turistas que llegan hasta ambas poblaciones atraídos por los atractivos naturales de sus playas y la imagen de limpieza de los terminos.

Orpesa denuncia la usurpación

Ajeno a ello, el alcalde de Orpesa, Rafael Albert, está más pendiente de reclamar para su término la Vía Verde y lamentar que el municipio de al lado se la apropie, pese a tener apenas unos cuantos metros del sendero. Por ello, desde el Bloc de Orpesa, el portavoz Josep Lluís Romero le insta «a reclamar a la conselleria que limpie la ruta y recoja la basura de las papeleras o a que el propio consistorio lo haga para evitar esa mala imagen que se da del municipio. Luego será el momento de reivindicar para el término la vía».

Alerta también de que uno de los puntos de acumulación de las basuras está a escasos metros de la Torre Colomera y la microrreserva de flora que cobija. De ahí que, añade Romero, «las decisiones y las actuaciones deben acometerse ya, porque el verano acaba y los malos malos olores que generan las basuras no son un atractivo turístico precisamente».

Apertura inoportuna

Albert recuerda que el convenio interadministrativo fija que, « a partir de ahora, es la consellería la que se debe ocupar del mantenimiento de la vía; ya les avisé de que está abierta e inicien la limpieza, porque por ejemplo las papeleras ya están llenas»

Según el convenio Adif cede el terreno, el ministerio la construye, la Conselleria la mantiene y los ayuntamientos dan las licencias.Además, Albert cuestiono la oportunidad de abrir la senda al público ahora, porque hay zonas en obras, como los bombeos.

Mientras, miles de personas cruzan a diario la senda desde Benicàssim a Orpesa y vuelta, paseando al lado de los acantilados y los vestigios patrimoniales que suponen las dos torres vigía de la Colomera y la Cordà. Algo que alguien debería divulgar para que, además del camino y el disfrute de la naturaleza, los turistas conozcan la historia que encierran «nuestras costas, que fueron objeto de racias de los piratas berberiscos, motivo por el que el rey ordenó crear una red de torres», apunta Romero.