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El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, apuntó ayer la posibilidad de que la enseñanza obligatoria llegue hasta los 18 años, que ahora acaba a la edad teórica de 16, cuando termina el cuarto y último curso de la ESO.

Gabilondo explicó en Radio Nacional de España que el sistema educativo español es «demasiado rígido, no es transversal». «Dentro de esa rigidez es bueno que analicemos el alcance del bachiller y que incluso esbocemos la posibilidad de que haya una enseñanza obligatoria hasta los 18 años», dijo Gabilondo.

El bachillerato, al que se accede después de obtener el título de graduado en Secundaria Obligatoria, se estructura ahora en dos cursos, que pueden estudiarse en cuatro años. Gabilondo matizó a continuación que no estaba diciendo que eso fuera a ocurrir de forma inmediata, «mañana por la tarde», pero puso el ejemplo de Portugal, donde es así.

Habría que reformar la LOE

Para que esta idea sea posible es necesaria «más flexibilidad» y «no está excluido» que se hable de todo esto en las conversaciones para alcanzar un pacto educativo, señaló el ministro. Además, el pacto «debe incluir una inversión fija, gobierne quien gobierne», añadió.

Actualmente, la Ley Orgánica de Educación (LOE) indica que la enseñanza básica va de los 6 a los 16 años, edad ésta última que corresponde teóricamente al cuarto y último curso de la Secundaria Obligatoria (ESO).

Añade que los alumnos que no se graduen en ESO a los 16 años tienen derecho a permanecer en régimen ordinario cursando la enseñanza básica hasta los 18.

El título de graduado en ESO permite acceder al bachillerato, a la FP de grado medio, a los ciclos de grado medio de artes plásticas y diseño y deportivas «y al mundo laboral». Así, la obligatoriedad hasta los 18 años supondría reformar la LOE e implicaría también subir la edad mínima de acceso al mercado de trabajo, que ahora está en los 16.

En estos momentos, aproximadamente uno de cada cuatro alumnos no consigue graduarse en ESO a los 16 años y en torno al 30% de los jóvenes de entre 18 y 24 años no ha completado la secundaria postobligatoria ni sigue ninguna educación o formación.

Confía en el pacto de educación

En referencia al pacto de educación, Gabilondo aseguró que confía «absolutamente» en la disposición de un partido como el PP, «con vocación, voluntad y expectativas de gobernar, que representa una voluntad de diez millones de ciudadanos». El ministro explicó que respeta y cree «lo que han dicho». Según indicó, «si como resultado del pacto hay que hacer modificaciones legales, se harán».

Gabilondo informó que ha visto «buena voluntad, disposición explícita» en los contactos que está manteniendo con vistas a ese pacto.