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El gobierno del Ayuntamiento de Castelló (PP) no ha dejado margen para la participación ciudadana independiente en la aplicación de la nueva Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y propone en la norma una comisión de seguimiento integrada por cinco miembros designados discrecionalmente por el alcalde.

De este modo, la tan reivindicada ordenanza no deja margen de maniobra para que durante el proceso de aplicación puedan participar representantes de las distintas partes implicadas (vecinos, jóvenes, empresarios de ocio nocturno, empresas constructoras...) sin que antes se imponga el filtro del gobierno local a la hora de elegir quién podrá representar los intereses de la salud acústica de la ciudad.

El borrador de la ordenanza ha recibido cerca de medio centenar de alegaciones canalizadas a través de la asociación Castelló Sense Soroll, el grupo municipal socialista y otras entidades ciudadanas castellonenses.

Son muchas las cuestiones que para los vecinos quedan sobre la mesa, aunque no pasa desapercibido que la nueva ordenanza supone un salto sin precedentes en el incremento de restricciones sobre el ruido tanto en la vía pública como en las propiedades privadas.

De hecho, una de las primeras novedades es la prohibición de la apertura de nuevos locales con licencia de audición musical en edificios en los que exista un uso residencial, una circunstancia que complica la pervivencia de los locales de ocio nocturno dentro del casco urbano de la ciudad.

Además, los locales con audición musical deberán guardar una distancia mínima de 100 metros entre las puertas de ambos a partir de las mediciones llevadas a cabo por el eje de las aceras.

Del mismo modo, los locales al aire libre con elementos musicales sufren una limitación importante. Así lo expone textualmente el artículo 23 de la ordenanza: «No se podrán instalar locales al aire libre que dispongan de elementos musicales a menos de un radio de 150 metros de edificios de uso residencial o usos especialmente sensibles».

Al mismo tiempo tiempo, la emisión sonora máxima de los mencionados establecimientos nunca podrá superar los 80 decibelios y para ello se instalarán limitadores que se pueden controlar a distancia de forma digital.

Asimismo, al menos sobre el papel, quedarán prohibidos los horarios de obras en la vía pública entre las 22 y las 8.00 horas del día siguiente (salvo casos de urgencia con previa autorización) y el ayuntamiento se reserva el derecho discrecional de limitar el tráfico en determinados viales de la ciudad. Estas restricciones también se aplicarán a los servicios públicos de limpieza nocturna y recogida de basuras, que no podrán superar los 90 decibelios a cinco metros de distancia. Tampoco quedan exentos de este cerco al ruido los vecinos que aprovechan sus ratos libres para reparaciones y actividades domésticas «susceptibles de producir molestias por ruidos y vibraciones», ya que estas quedarán prohibidas de 22 a 8.00 horas de lunes a jueves y de 22 a 9.30 en viernes, sábados y vísperas de festivos. Las limitaciones en las actividades cotidianas son muchas, pero en ocasiones son tan genéricas que se prestan a múltiples interpretaciones. Por ejemplo, quedan prohibidos «los comportamientos que produzcan ruidos y vibraciones por encima de los límites que exige la convivencia urbana y queda prohibido gritar, vociferar, emplear un tono excesivamente alto de la voz humana, la utilización de aparatos, instrumentos». En la vía pública será perseguida «el uso de aparatos de radio o instrumentos musicales que produzcan molestias».

Las alarmas es otro de los puntos que aborda la ordenanza al restringir la duración del sonido de un sistema de seguridad a un máximo de 5 minutos. Este límite se aplicará igualmente a los vehículos y la Policía Local podrá retirar el vehículo al depósito a costa de los titulares.

A partir de ahora, la utilización desmesurada del claxon de algunos conductores impacientes también quedará prohibida y supondrá una multa para el infractor.

Del mismo modo, el ayuntamiento no permite el funcionamiento de los habituales equipos de música de vehículos con ventanas, puertas o maleteros abiertos. Por último, no se podrá estacionar vehículos con el motor en marcha durante la noche «salvo salida inmediata».