El secretario autonómico de Cultura, Rafael Miró, inauguró ayer en el Museu de Belles Arts de Castelló, la muestra antológica sobre el pintor Francisco Vidal Serrulla acompañado, por el alcalde de Castelló, Alberto Fabra, entre otras autoridades, además de la familia del pintor castellonense.

El comisario de la muestra, Antonio Gascó, la ha dividido en cuatro partes: la primera de ellas sería la de las figuras que refleja aspectos sociales, la segunda la que manifiesta herencias postcubistas y la tercera sería de un estilo más personal, dentro de las vanguardias valencianas. «Incluso probó con una pintura de un realismo mágico, con una textura casi hiperrealista», afirmó Gascó.

La segunda parte está dedicada a los bodegones, la tercera a los paisajes (todas ellas realizadas al óleo) y la cuarta a la acuarela, género en el que también fue el pintor un destacado artífice.

Numeroso público, entre el que no faltaron artistas compañeros del fallecido pintor, acudió a visitar la muestra que permanecerá abierta hasta el mes de julio próximo. Un catálogo de más de cien páginas con numerosas fotografías y textos del comisario de la muestra, permite profundizar más en la obra del artista

La exposición, organizada por el Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana en colaboración con Castelló Cultural, es una muestra más de la implicación de las instituciones valencianas con el arte castellonense recuperando la figura de un pintor que no sólo deslumbra por su práctica pictórica sino que además tomó parte en la configuración del nuevo panorama artístico y cultural de mediados del siglo XX.

La exposición muestra alrededor de 65 obras, entre óleos y acuarelas en las que se aprecian las temáticas predominantes en toda su obra. Sus retratos de tipo social (sintonizando con las nuevas propuestas de artistas como los del Grupo Parpalló) costumbristas, de familia o sus autorretratos dan la bienvenida al visitante para adentrarse después en sus paisajes más populares o los clásicos bodegones.

Biografía

Francisco Vidal Serrulla (Castellón 1923-1996), fue uno de los pintores castellonenses más interesantes de la segunda mitad del pasado siglo. Su labor destaca no sólo en el campo de la plástica sino en el conjunto del ámbito cultural castellonense, pues participó activamente en la configuración de un nuevo panorama cultural en la provincia, empezando por su labor en la refundación del Ateneo de Castelló desde 1963.

Sus obras se contemplaron en exposiciones individuales en una gran cantidad de ciudades españolas como Valencia, Alicante, Zaragoza, La Coruña, Salamanca, Palma de Mallorca, Barcelona, Madrid y Vallaures (Francia). A través de la Kuntsgallery su obra llegó a los Países bajos, Alemania, Estocolmo y Dinamarca, donde en Copenhague fue el protagonista de una exposición con 40 obras.