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Cullera aparta el Iboga Summer

El municipio le niega la licencia por adeudos y los organizadores acusan al consistorio de poner trabas

Asistentes al festival musical Iboga Summer, el verano pasado en Cullera. pepi bohigues

La tercera edición del festival Iboga Summer no se celebrará este verano en Cullera sino que se realizará en Tavernes. El ayuntamiento de la Ribera Baixa se niega a autorizar el espectáculo mientras los organizadores no abonen el dinero que le deben al consistorio y a diversos empresarios de Cullera que colaboraron en la anterior edición.

Sin embargo, los promotores del festival respondieron ayer con un comunicado en el que anunciaron el cambio de ubicación y acusaron al ayuntamiento cullerense que preside Ernesto Sanjuán de poner «constantes impedimentos».

En el pleno municipal del martes, los grupos de la oposición (PSPV y Compromís) preguntaron por la celebración de este evento musical, ya que los organizadores habían puesto a la venta entradas en internet a pesar de que aún no contaban con la autorización municipal. «Cuando no tiene ninguna autorización municipal no podemos dejar que la parte privada vaya haciendo negocio», alertó el edil de Compromís, Pere Manuel.

El concejal de Turismo, Manuel López, explicó que aún no se les había dado el permiso porque la empresa organizadora tiene «problemas económicos», en concreto debe dinero a diversas empresas de Cullera y al propio consistorio, al que le adeudan 6.000 euros por una tasa impagada. «Si no ponen al día las cuentas, no podremos darles licencia», advirtió López, que también aclaró que el ayuntamiento no se opondría si cancelan la deuda por los beneficios turísticos que el festival supone para Cullera. El edil de Compromís aseguró que el año pasado también dejaron dinero a deber a empresarios de Xàbia, donde se celebró la primera edición.

Cruce de acusaciones

El ayuntamiento emitió esta semana un comunicado para advertir a los posibles futuros asistentes que el festival aún no tenía autorización. Y ayer el Iboga Summer Festival respondió con otro comunicado en el que aseguró que tras «más de 18 meses de constantes impedimentos y un sinfín de promesas incumplidas por parte del Ayuntamiento de Cullera (que sufrimos tanto la organización del festival como el público asistente a la edición de 2014), nos vemos forzados a trasladar la ubicación de Iboga» a Tavernes de la Valldigna.

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