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La «Maerà» de Antella se hace internacional

El grupo de descenso de troncos por el Xúquer acude a un encuentro en Italia

Paso importante para la recuperación de una tradición centenaria en la comarca. La Associació Cultural de Maeros del Xúquer, constituida en Antella hace un par de años, participará próximamente en la International Timber Rafstmen Association, un evento que reúne a un total de cuarenta y una asociaciones de diferentes autonomías españolas y europeas (exactamente de diez países) que continúan con la tradición del descenso fluvial con troncos.

El colectivo antellense ha sido aceptado en el encuentro para visualizar así el descenso de material por uno de los ríos más legendarios del territorio español como el Xúquer.

La actividad que se desarrolla de nuevo desde el verano del 2012 en Antella supone una herencia de hace siglos, cuando expertos conductores bajaban millones de kilos de madera por el Xúquer, desde la zona alta hasta los pueblos y ciudades bajas, caso de Alberic o Alzira, donde existían importantes industrias para trabajar los troncos. La asociación antellense estará así presente en el encuentro internacional que se desarrollará del 10 al 13 de julio en la ciudad de Valstagna, en los Alpes italianos, compartiendo experiencias con muchos de los organismos que han mantenido viva una tradición que ya no se práctica con fines económicos. El comité organizador se trata de una asociación cultural internacional constituida en Barcelona en 1989 y que pretende continuar con el estudio y la promoción del transporte fluvial de madera, una práctica que, como aseguran desde el colectivo de Antella, está a la espera de ser declarado Bien de Interés de la Humanidad por parte de la Unesco, a instancias de una petición realizada en 2012 en la Pobla del Segura, donde ya acudieron los gancheros ribereños para mostrar su apoyo a la propuesta.

Según ha podido indagar la asociación antellense, la noticia más antigua referente a la actividad de conducir madera por el río se remonta al siglo XII, durante el periodo islámico. Así, el geógrafo musulmán al-Idrisi escribe el origen, destino y usos de los troncos. Según al-Idrisi, los pinos procedían de los bosques de Quelaza, donde, según la traducción castellana: «Se corta la madera, se lanza al agua y se transporta a Dénia y Valencia, al mar. Así es como viaja por el río desde Qlsa a Alzira y desde Alzira hasta el castillo («hisn») de Cullera y desembarca allí al mar», recogen las crónicas.

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