Los nombres de las calles de Alzira dejarán de ser una mera reseña postal para quienes buceen en el nuevo tratado —la densidad y la ambición del trabajo tiene hechuras enciclopédicas— que nos proponen dos alcireños comprometidos (como con suma precisión les define Elena Bastidas, alcaldesa de la ciudad): el archivero y cronista local Aureliano Lairón y el policía local Rubén Pastor. El primer volumen de la colección «Alzira, avingudes plaçes i carrers» se presentó anoche en un auditorio de la Casa de la Cultura tan atiborrado como el libro. Muchos asistentes no pudieron acceder a la sala.
Cualquier referencia que busquen sobre la biografía de los personajes históricos que dan nombre a las vías urbanas de Alzira, datos sobre de las instituciones que se han colado en el callejero o reseña sobre los monumentos o edificios públicos y privados construidos en cualquier rincón podrán encontrarla en el libro, que incluso detalla con exactitud los metros de longitud de cada vial.
La minuciosidad del trabajo es tal que también reseña los antecedentes que se esconden tras las calles inertes que se abrieron en los grandes espacios que la desmedida expansión urbanística ha convertido en inmensos y fantasmagóricos solares. No menos atractiva resulta la vertiente gráfica del libro. Algunas imágenes de Niclas son impagables y las fotos históricas que ilustran la publicación tienen un enorme valor documental.
La edición auspiciada por el ayuntamiento tendrá un mínimo de 4 volúmenes. A coleccionar.
