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Unos gamberros apedrean el vagón del metro en Benimodo

Rompieron el cristal, causaron abolladuras y asustaron a los pasajeros que viajaban de Carlet a l'Alcúdia El tren acabó en el taller y fue sustituido

Desconocidos apedrearon ayer por la tarde un vagón de la línea 1 de Metrovalencia en las inmediaciones del apeadero de Benimodo. Los impactos provocaron la rotura del cristal de uno de los vagones y causaron el lógico susto entre los pasajeros que a esa hora circulaban entre las estaciones de Carlet y l'Alcúdia. El apedreamiento se produjo en el término municipal de Benimodo.

Desde Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) apuntaron a una gamberrada como origen de la acción y señalaron que el convoy tuvo que ser enviado a los talleres de Valencia Sud para su reparación, lo que obligó a su sustitución por otro para completar el trayecto. Además de la rotura del cristal, diversos impactos causaron abolladuras en el vagón, por lo que este dato apunta a que los lanzamientos de piedras los habría realizado más de una persona. Los hechos ocurrieron pasadas las cinco de la tarde. FGV señala que el apedreamiento del tren es bastante habitual en las líneas que circulan en superficie, concretamente la 1 y la 3, la primera de ellas cruza siete poblaciones de la Ribera entre Villanueva de Castellón y Alginet.

«Hechos aislados»

Hace unas semanas, la grabación a dos menores que viajaron durante varios kilómetros enganchados al último vagón tuvo una importante repercusión mediática con aparición incluso en televisiones de ámbito estatal.

Según denunciaron varios testimonios tampoco es la primera vez que jóvenes viajan enganchados al tren, aunque la reciente junta de seguridad celebrada en Carlet con presencia de mandos policiales aseguró que se trataba de hechos de carácter «aislado». La peligrosidad de esta gamberrada, como ya informó este diario, estriba en que el tren alcanza velocidades de hasta 80 kilómetros por hora en el lugar de los hechos. Además, en la zona de la grabación existe una curva pronunciada que hace más difícil que los jóvenes puedan mantener la estabilidad. Además, el vídeo recoge el paso del tren por la última curva antes de cruzar el puente de hierro sobre el río Magro y ya es imposible bajarse del vagón hasta varios kilómetros, en el apaedero de Ausiàs March.

Unos días antes, el expendedor de billetes de la estación apareció bloqueado porque desconocidos habían lanzado sobre el aparato una sustancia parecida a la cal, lo que causó trastornos a los viajeros ya que no existe personal en esta estación desde los recortes de FGV hace unos años.

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