El Perelló dio ayer un importante salto cualitativo en la cartera de infraestructuras municipales con la adquisición de los populares Cines Avenida. A media mañana se materializó la compra de las populares salas de proyección que cerraron sus puertas en el verano de 2013 tras 37 años en funcionamiento. Ahora, tras su venta, se transformarán en la nueva Casa de la Cultura.
El acuerdo se formalizó en el edificio consistorial con la firma del alcalde, José Miguel Fos, y la familia propietaria, representada por los hermanos Francisco y José Luis Coquillat, además de la viuda de Juan, Mª Ángeles Andreu. «Estamos muy satisfechos, porque el cine se queda en el pueblo», expresaron los vendedores. «Esta es la mayor ilusión que teníamos», dijeron emocionados por su larga vinculación con El Perelló, donde, como ellos mismos recordaron, han estado haciendo cine cerca de sesenta años.
Fos también mostró su satisfacción por la compra de los cines, que se ha cerrado por 952.000 euros. «Estamos muy agradecidos a la familia Coquillat porque nos ha dado facilidades de pago», expresó Fos, para explicar que ayer, a la firma del acuerdo, realizaron la primera entrega y, según los plazos establecidos, la última se llevará a cabo en junio del año que viene.
La parcela tiene un superficie total de casi 1.800 metros cuadrados, 980 de los cuales los ocupa el edificio. El cine, ubicado en la avenida de Narcís Monturiol, contaba con dos salas de proyección. La de mayor capacidad era la de la planta baja y contaba con 516 butacas, y en el piso superior había otra más reducida con un aforo de 149 plazas.
Fos reivindicó la necesidad de la localidad de disponer de un centro cultural en condiciones. El Perelló cuenta con casi 2.400 habitantes, a los que se suma la población flotante de la temporada estival, época en la que puede alcanzar las 20.000 personas. El alcalde recordó la imposibilidad de construir el centro, dado que la localidad costera se encuentra en pleno parque natural y su superficie urbana está totalmente agotada. «Para conseguir un solar de estas características, nos habríamos visto abocados a comprar inmuebles a varios propietarios contiguos para reunir 400 o 500 metros cuadrados mínimos, operación que resultaría muy complicada», explicó Fos. Por eso, desde el consistorio consideran que la parcela adquirida reúne las mejores condiciones.
El nuevo espacio cultural ofrece posibilidades para representar teatro, ofrecer conciertos o acoger presentaciones falleras. En un futuro podría albergar también la escuela de música, cuyas aulas están ahora ubicadas en la segunda planta del edificio consistorial. «Lo utilizaremos no sólo para los actos festivos municipales, sino también para albergar los que organicen otras asociaciones, porque siendo del ayuntamiento es del pueblo y eso es lo que va a ser: para el pueblo», precisó Fos.
