El dirigente de Nuevas Generaciones de la Pobla Llarga y número 9 de la candidatura municipal del PP, Jesús López Durá, y el novio de una hija de Rafael Soler, gerente de Imelsa y actual alcalde de la Pobla, forman parte de la relación de aspirantes que han superado el proceso de selección convocado por esta empresa pública dependiente de la Diputación de Valencia para cubrir vacantes en las brigadas forestales. Más de un centenar de personas concurrieron inicialmente a la convocatoria que Imelsa realizó en marzo para contratar más de una veintena de brigadistas en dos procesos paralelos, uno para contratos indefinidos y otro para trabajadores eventuales, que se cerraron ayer con el acta de la comisión de selección que proponía la contratación de 19 aspirantes que habían superado todo el proceso. Al parecer, también ayer se firmaron los contratos.
El secretario comarcal de la Federación de Servicios Públicos de UGT, Paco Santisteban, valoró ayer como «curioso» y «mosqueante» que entre los seleccionados figuren un integrante de la candidatura que encabeza Soler en la Pobla y el novio de su hija. «No tengo nada que esconder», replicó ayer el gerente de Imelsa, que defendió la limpieza del proceso y que el tribunal ha realizado la selección en base a los méritos de los aspirantes. En este sentido, Soler señaló que López Durá es ingeniero técnico forestal y subrayó que tanto él como el resto tenían todo el derecho a optar a esta convocatoria. Por otra parte, aseguró que nadie conocía la relación con su hija del otro aspirante hasta que él lo comentó una vez finalizado el proceso y defendió que ser de la Pobla no puede suponer un obstáculo para optar a estas plazas por ejercer él como gerente de Imelsa.
Rafael Soler también aseguró que, pese a ser miembro de la comisión de selección, no había participado en ninguna de las pruebas, ni en los exámenes ni en la entrevista que se convirtió en el filtro definitivo. Por otra parte, indicó que en ambos casos se trata de contratos temporales de seis meses.
El proceso de selección de este grupo de brigadistas -diez con contratos indefinidos y nueve temporales, según los datos que ayer ofreció el gerente de Imelsa, por lo que no se han cubierto todas las plazas- es anterior a la convocatoria de otras 300 plazas que acaba de lanzar la propia Imelsa. El proceso arrancó con un escrito de Comisiones Obreras reclamando la retirada de la oferta de empleo para que se iniciara de nuevo con todas las garantías de publicidad, información y acceso. No hubo acuerdo en el acto de conciliación en el Tribunal de Arbitraje Laboral. Fuentes del comité de empresa señalaron que en el proceso selectivo sólo han participado la dirección y el sindicato CSIF.
Rafael Soler, no obstante, defendió la «pulcritud» del proceso y de las pruebas, recordó que en la comisión de selección estaba también la presidenta del comité de empresa, la jefa de Personal y dos representantes del área de Brigadas de Forestales y dejó entrever que si algún sindicato intenta atacarle es «porque no ha podido hacer lo que quería». «No tengo nada que esconder, las cosas se hacen bien hechas», incidió, mientras señalaba que si en la convocatoria de 300 plazas que hay ahora abierta se presentan vecinos de la Pobla «y aprueban, aprueban, sea uno o treinta». Los aspirantes superaban una prueba de conocimientos, un test psicotécnico y pruebas físicas antes de llegar a la entrevista personal y méritos. Superada ésta, el proceso se completaba con un curso de formación y un reconocimiento médico.
