El servicio de bicicletas de alquiler dará hoy sus últimas pedaladas en Carcaixent y Algemesí y, tal vez, en Alzira. Los tres municipios suman únicamente 88 abonados y los dos primeros comunicaron ayer a la Mancomunitat que representa un coste demasiado elevado para el número de usuarios. El gobierno de Alzira tomará hoy una decisión, aunque se debate entre su apuesta por fomentar el uso de la bicicleta y el desembolso de 8.000 euros para mantener este servicio hasta final de año cuando únicamente cuenta con 30 abonados en la ciudad.
La Mancomunitat de la Ribera Alta creó este servicio de bicicletas públicas en el año 2009 con cinco municipios adheridos, si bien los ayuntamientos de Carlet y Benimodo ya lo abandonaron a principios de año por falta de usuarios, mientras los otros tres se daban seis meses para valorar la evolución. Ese plazo concluye hoy y el ente comarcal emplazó a los ayuntamiento a tomar una decisión, planteando diferentes alternativas, ya que si mantenían Ambici debían realizar la aportación económica correspondiente para acabar el año.
Vicent Albelda, en representación del gobierno de Carcaixent, comunicó ayer que el bajo número de usuarios, apenas once en esta localidad, hacía inviable mantener el servicio. También el representante del gobierno de Algemesí, Pere Blanco, apeló al mismo argumento y, tras señalar que casi todo el mundo tiene una bici particular, apostó por crear primero las infraestructuras para favorecer el uso de este medio de transporte y, «si conseguimos un uso masivo», dijo, se podría dar un paso más y buscar un servicio de alquiler, pero comentó que en ciudades de este tamaño «es muy complicado». Blanco señaló que la alternativa de una empresa que ofrecía cambiar las bicis por otras más sólidas resultaba más cara: «Es mucho dinero para el resultado que está dando», indicó.
