Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los bañistas esperaron a la retirada del cadáver para volver a lanzarse al agua

En la desgracia acaecida en Antella se pudo observar una vez más esa atracción (tantas veces insana) que muchas personas desarrollan hacia acontecimientos desagradables. No fueron pocos los turistas que quisieron acercarse hasta el mismo corazón del suceso para presenciar de primera mano lo acontecido. La Policía Local y los miembros voluntarios de Protección Civil desalojaron las instalaciones acuáticas para poder trabajar sobre el cuerpo del fallecido pero muchos turistas se esperaron en las inmediaciones para conocer los detalles y poder lanzarse de nuevo al agua (y continuar con el ocio) tan pronto como el fallecido fuese desalojado. De hecho, se escuchó algún silbido de protesta ante las medidas para acordonar la zona por parte de la Guardia Civil.

En la jornada dominical es cuando más turistas se concentran en Antella y el día del suceso podrían superar (en una aproximación visual) las tres mil personas. Muchos de ellos esperaron durante horas (como se puede observar en las fotografías) para poder volver a bañarse. Otros, sin embargo, dada la situación optaron por coger los bártulos y anular su jornada festiva.

La localidad ribereña se encuentra en plenas fiestas de agosto y a escasos metros de lo sucedido (en el jardín superior del paraje hídrico) tuvo lugar poco después del fallecimiento un acto con un cuentacuentos para los más pequeños.

Compartir el artículo

stats