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Un enfermo del corazón selló en el hospital el boleto premiado con dos millones

El vecino de Favara entró en el quiosco para recargar el móvil y decidió gastar una moneda de un euro en la papeleta que resultó ganadora

Un enfermo del corazón selló en el hospital el boleto premiado con dos millones

Cuando el vecino de Favara, cuyo nombre no ha trascendido, ingresó en el Hospital Universitario de la Ribera debido a una dolencia cardíaca ni en sueños imaginaba que saldría del centro médico siendo multimillonario.

Al entrar por la puerta del quiosco, situado en el interior del hospital, un simple gesto selló el destino de este jubilado para siempre. Tras recargar el móvil, el verdadero motivo que le llevó a entrar en el establecimiento ese día, se decidió a echar una Primitiva.

Probablemente ni se le pasó por la cabeza que el euro que le costó el boleto premiado -y que compró sin habérselo planteado siquiera- estaría valorado en casi dos millones de euros. «Seis aciertos, un único ganador» explicaba hace escasos días el quiosquero del hospital.

Durante una semana decenas de pacientes y familiares se han pasado por el establecimiento de Fran Olaso preguntándose si la suya sería la papeleta ganadora. En poco tiempo el quiosco se convirtió en un centro de peregrinación. En una especie de capilla que albergaba en su interior una estampa a la que adorar y que rezaba así: «premio millonario, 1.893.372 euros, vendido aquí».

Como era de esperar, finalmente el único acertante, el ganador anónimo apareció. Puso a buen recaudo el boleto y llevó al banco la papeleta donde verificaron que efectivamente se trataba de la combinación ganadora para después depositarla definitivamente. Una vez verificada por los responsables del banco, el Estado se queda directamente con el 20% de la cantidad premiada, explican desde Loterías del Estado.

Una familia de toda la vida

No es la primera vez que en este quiosco de la Ribera se sellaba una papeleta ganadora. Anteriormente habían repartido 120.000 euros y en otras, cantidades que oscilaron entre los 2.000, 3.000 y hasta los 5.000 euros aunque «nunca una cifra tan astronómica como ésta», confesaba el propietario del establecimiento. Fran Olaso trabaja en el quiosco del hospital de la Ribera desde abril de 1999, el mismo año que el departamento de salud abrió sus puertas. Son dieciséis años al frente de un negocio situado en el término municipal de Alzira donde ha vivido todo tipo de anécdotas, junto a su mujer, aunque esta será, sin duda, la más contada durante los próximos años.

Preguntados los residentes en Favara por el caso de este jubilado ninguno ocultaba su sorpresa, «el premio ha tocado a una familia de toda la vida», aseguran. «En la calle parece que no se hable de otra cosa», apuntaba un vecino.

«Si es poco habitual que toque la Primitiva, todavía lo es menos que sea una cifra tan alta y que echara la papeleta al salir del hospital», opinaba otro residente en la localidad.

Cuentan en este municipio de la comarca de la Ribera que el acertante padece una enfermedad del corazón y que había acudido al hospital comarcal por un pequeño achaque. Dicen que al salir se dio de bruces contra la fortuna y es que la suerte es así, la tiene quien no la busca.

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