Hay que ir hasta el año 1993 para encontrar una de las primeras veces en las que un psicólogo se integraba en un grupo o equipo deportivo. Ocurrió en el Real Madrid. Su artífice Benito Floro lo hizo para enseñar a los jugadores a relajarse. Siempre queda en el recuerdo de los integrantes de esa plantilla uno de los primeros retos que les planteó: «¿Alguno de ustedes se atreve a recitar una poesía con los pantalones bajados?». Ahí emergió la figura de Chendo que respondió: «No sé ninguna poesía, pero si quiere me pongo en pelotas delante de todos». Durante todos estos años, muchos clubes han ido incorporando a su cuerpo técnico la figura del psicólogo.
Cada vez más están presentes estos profesionales en los deportes individuales. Los deportistas concentrados en centros de alto rendimiento son personas acostumbradas a ganar desde sus inicios hasta que se produce ese gran salto al campo profesional, donde la exigencia y las expectativas que hay sobre éstos se convierten en una presión que puede llegar a «ahogar» al profesional si los resultados no llegan. Pablo del Río, psicólogo de deportistas de elite, asegura que muchos deportistas se vienen abajo llegada la hora de competir porque «tienen expectativas que no son realistas y van a competir queriendo demostrar en vez de ir a competir haciendo lo que estás entrenando día a día».
Otra profesional de esta materia, Patricia Ramírez, una de las psicólogas deportivas más prestigiosas de España, no se aventura a predecir la importancia que tiene su figura respecto al éxito de los clubes en los que ha ejercido, aunque apunta que su trabajo «influye ya que una mente con dudas genera un cuerpo inseguro. En cambio, una mente fuerte genera actitud y fuerza». Uno de los últimos ejemplos de la importancia de esta figura la tenemos estos días en la bicampeona del mundo de bádminton, Carolina Marín. Llegaba a la cita sin estar en su mejor nivel y los duelos previos en la semifinal no fueron fáciles, teniendo que llegar a varios de ellos al tercer set . Su psicólogo ha tenido mucho que decir en la preparación y en los logros que ya ha conquistado y que aún están por conquistar, fortaleciendo su mente.
