El Ayuntamiento de Alberic celebró el martes un pleno extraordinario con un único punto aparentemente sin mayor trascendencia en el orden del día: el cambio de fecha de la sesión ordinaria, prevista para hoy, al coincidir con el pleno de constitución de la Mancomunitat de la Ribera Alta. Es el último episodio de un rocambolesco inicio de mandato en el que un gobierno en minoría de Ciutadans per Alberic no ha podido aprobar todavía el régimen de retribuciones o en el que, en un pleno, se desestimaron dos propuestas para crear un banco de libros por falta de acuerdo sobre cómo se debía articular. La negativa de algunos grupos de la oposición a aplazar una semana el pleno correspondiente al mes de septiembre es lo que llevó al alcalde de Alberic, Toño Carratalá, a adoptar el acuerdo en un pleno, en el que logró el apoyo del PSPV, que también era partidario del cambio para arropar hoy al socialista Txema Peláez en su investidura como presidente de la Mancomunitat.
El PSPV es precisamente el grupo al que se ha dirigido Carratalá para conseguir los apoyos necesarios para dar estabilidad al gobierno y al ayuntamiento. La suma de los siete concejales de Ciutadans y los dos del PSOE garantizaría la mayoría absoluta y, si bien algunas fuentes dan por hecho el pacto, desde la agrupación socialista de Alberic confirmaron que el alcalde se ha dirigido a ellos, pero negaron que se haya cerrado acuerdo alguno. Es más, el secretario local del PSOE, Juan Vergara, aseguró que la ejecutiva local se reunió en la tarde de ayer para decidir si se sentaba a negociar o no y había acordado «escuchar» la propuesta del equipo de gobierno.
La portavoz municipal, Xaro Lázaro, también negó que haya cerrado un pacto de gobierno con Ciutadans. La concejal comentó que en la primera mitad del mes de agosto hubo un primer contacto y que así se lo había hecho saber al resto de grupos políticos de la oposición -IXA-Som Alberic, Partido Popular, Compromís y Alberic pel Canvi-, pero se mostró contundente al señalar que «de avanzado nada, no voy a dar un cheque en blanco a nadie».
El alcalde de Alberic declinó ayer pronunciarse sobre esta negociación.
Juan Vergara explicó que en la reunión de la ejecutiva local se habían valorado diferentes alternativas y señaló que «hay predisposición aunque otra cosa es que se llegue a un acuerdo». También recordó que se puede colaborar sin entrar en el gobierno. «La única opción que no barajamos es que continúe todo como está», incidió el dirigente socialista, mientras subrayaba que es muy importante dar estabilidad al ayuntamiento.
«Premisas irrenunciables»
El secretario local del PSOE, no obstante, señaló como aspectos «irrenunciables» de su partido la elaboración de una auditoría que abarque los últimos doce años, que se aplique el principio de transparencia a la gestión municipal o que se realicen todos los esfuerzos posibles para reabrir la piscina cubierta.
«La ejecutiva local ha dado luz verde para poder hablar sobre esas premisas», incidió el secretario general del PSPV de Alberic, que negó que se haya puesto sobre la mesa las concejalías que podrían asumir las dos concejas del PSOE si finalmente entraran a forma parte de un gobierno en coalición con Ciutadans.
