El IBI es uno de los pilares de la financiación municipal ya que representa cerca del 40 % de los ingresos del ayuntamiento. El próximo año más de 12,5 millones de euros, según el padrón fiscal. El otro pilar, la participación en los tributos del Estado, dejó en 2013 un regalo envenenado para las arcas municipales ya que el ayuntamiento recibió 9,1 millones a cuenta de la liquidación, que finalmente debió ser inferior y el equipo de gobierno tiene sobre la mesa un requerimiento del Ministerio de Hacienda que reclama la devolución de 592.671 euros.
El gobierno municipal tiene previsto acogerse a la disposición que permite fraccionar este pago en diez años en lugar de los tres años que se establece con carácter general y mañana aprobará en el pleno una solicitud al Gobierno central en este sentido. Los técnicos entienden que, salvo en el caso de la estabilidad presupuestaria, que el ayuntamiento incumple en este ejercicio debido al préstamo de 7,7 millones contratado por el anterior gobierno para liquidar la expropiación del Hort de Redal, el consistorio cumple el resto de requisitos al tratarse de una Administración saneada que ha presentado en plazo las liquidaciones de los presupuestos y se encuentra por debajo del período medio de pago a proveedores que marca el ministerio. La petición municipal alega, por otra parte, que el desequilibrio en materia de estabilidad presupuestaria no se debe «ni a exceso de gasto ni a insuficiencia de ingresos» y sólo se va a producir en el ejercicio 2015, en que la anterior corporación concertó la mayor operación de crédito de la historia del ayuntamiento.
El alcalde de Alzira, Diego Gómez, ha explicado que se va a solicitar el plazo máximo para la devolución de estos 592.000 euros, que el Gobierno irá descontando de forma progresiva de las asignaciones al ayuntamiento, aunque también dejó claro que, en el caso de que no se admitiera este aplazamiento, los técnicos han informado que también se podría asumir esta devolución en las próximas tres anualidades.
