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Carreras de obstáculos

Antella abre las puertas del infierno

El independiente José Miguel Pericás se impone entre los hombres mientras Verónica Grau gana la modalidad de las féminas

Duras pruebas en Antella. Fotos de j. a. t. y a. a. Fotos de j. a. t. y a. a.

Rostros desencajados pero visiblemente satisfechos, todo el cuerpo mojado y lleno de barro, y una sensación de haber estado casi en el infierno y haber vuelto vivito y coleando. Todo eso y más experimentaron los casi 300 participantes en Antella en la I Mercenari Iber, una prueba de 7.8 kilómetros que combina la carrera a pie con todo tipo de obstáculos.

Entre estos, se encontraban los típicos como saltar zanjas, subir muros, pirámides de cuerdas, pero también otro tipo de dificultades, como subir tramos en montaña con un saco de veinte quilos en la espalda, reptar debajo de un alambre o el «monkey bar», quince metros de barras a una altura de tres metros en los que los esforzados participantes tenían que avanzar solo con la fuerza de sus brazos a través una estructura de barras de hierro, al estilo de los monos con las ramas de los árboles.

Pero aunque la temperatura era muy buena para ser noviembre, unos veinte grados, el agua estaba bastante fría, y en este elemento es donde había cuatro pruebas durísimas. La primera, la «cage crawl», en donde los «espartanos» debían avanzar por un foso de tierra de unos quince metros llena de agua y tapada por una rejilla de hierro, lo que tan solo les dejaba prácticamente la cabeza fuera del agua.

Una imagen que recordaba a escenas de películas sobre la guerra de Vietnam o al mismísimo Rambo pero que pilló desprevenidos a muchos de los aficionados que se desplazaron para animar. Otra prueba en el agua era recorrer casi un kilómetro por la Acequia Real del Xúquer, otros mil metros por una acequia pequeño y cien por el río con el agua a la altura de la cintura. Por si fuera poco, si los participantes no superaban alguno de los obstáculos, como no completar todo el «monkey bar» o deslizarse por la tirolina tocando el agua, era penalizados con 25 flexiones. En total, 21 obstáculos y 7.8 kilómetros por gran parte del término municipal de Antella, incluido el paraje del Azud y la montaña de la Creueta Alta.

En categoría masculina se impuso José Miguel Pericás Caudeli (independiente), seguido de Sergio Cutanda Ribera (Crossfit Alzira) y Héctor Valls Egido (Actiesport). Entre las féminas ganó Verónica Grau Zaragoza (Garrot Premium), segunda fue Raquel Juan Senovilla (Independiente) y tercera, María Ferrero Martínez (GG). En la modalidad por equipos, venció el Garrot Premium, seguido por el Crossfit Alzira y el Actiesport. Jorge Radal, uno de los participantes y bombero de profesión, destacó la «buena organización de la carrera aprovechando los magníficos parajes del término de Antella». Radal también destacó la gran longitud de los tramos de agua, que se le hicieron «muy largos».

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