Tras varios años paralizado, Cullera ha retomado el Programa de Acogida Familiar, una iniciativa en la que las familias cullerenses tienen la posibilidad de acoger en sus casas a menores en situaciones especiales. Una vez más la solidaridad de la ciudadanía quedó patente en las cifras de las personas interesadas. Decenas de familias se inscribieron al programa durante las charlas formativas organizadas este martes. Según explica el ayuntamiento, la acogida familiar de menores es un recurso social pensado para niños que, por diversos motivos, no pueden o no es conveniente que vivan con su familia.

Los niños dados en acogida suelen proceder de familias desestructuradas cuyos progenitores o familiares cercanos no pueden hacerse cargo. «Para ser familia de acogida no se exige un nivel de ingresos alto, ya que la conselleria corre prácticamente con todos los gastos de manutención», precisa la concejala de Servicios Sociales, Francesca Ortiz, que indica que lo que se busca «son familias estructuradas capaces de dar el afecto y la educación que estos niños necesitan».

Tal como señala la edil, existen diversas modalidades de acogida, unas de corta duración y otras de largo plazo, dependiendo de las circunstancias en las que se encuentre cada menor. De acuerdo con Ortiz, «se evalúa la capacidad de las familias aspirantes, y una vez determinada su idoneidad, se procede a integrarlas en el programa». La concejalía de Servicios Sociales ha decidido retomar este programa, paralizado durante quince años, porque consideran que es mejor que los niños estén en entornos familiares antes que en residencias o centros de internamiento.