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Una falla de Alzira, al borde del desahucio

El propietario del casal que utiliza Colmenar ha comunicado a la comisión que el local es ya del banco, que le ha pedido las llaves para el desalojo

Las fallas, como parte de la sociedad, no son inmunes a los problemas que ésta atraviesa, ni siquiera a las consecuencias más directas del pinchazo de la burbuja inmobiliaria. La comisión Colmenar-Murta-Reis Catòl·lics de Alzira se encuentra al borde del desahucio. De forma indirecta, pero sabe que más pronto que tarde se puede quedar en la calle por los problemas del propietario del bajo que utilizan como casal en la calle Camilo Dolz con una entidad bancaria que, al parecer, es ya la titular del inmueble.

La presidenta de la falla, Mª Dolores Martínez, confirmó ayer que el propietario al que hace un par de años se arrendó el local les ha comunicado que el banco le ha pedido las llaves para proceder al desalojo y, según explicó, por las gestiones realizadas son conscientes de que hay en curso un lanzamiento hipotecario o desahucio, aunque señaló que la falla todavía no ha recibido ninguna carta del juzgado en ese sentido.

Su objetivo es negociar con el banco que se haya adjudicado el local para tratar de mantener el casal «el mayor tiempo posible» o, al menos, hasta las próximas Fallas, para no quedarse en la calle a mitad del ejercicio. Colmenar es una modesta comisión formada por medio centenar de falleros adultos y una veintena de infantiles que ocupa desde hace un par de años este local, en precario, donde realiza las reuniones a lo largo del ejercicio.

La recepción en el casal de diferentes cartas del juzgado alertó a la actual directiva -Mª Dolores Martínez se estrena este año como presidenta- del proceso que se había abierto en el juzgado y, al parecer, la falla también dejó de abonar el alquiler. La presidenta asume que, si no logran un acuerdo, antes o después tendrán que buscar una alternativa.

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