Como se esperaba, la visita a la Valldigna no fue fácil y el RC Alzira volvió a sucumbir ante la superioridad rival. Jordi Cortés, entrenador ocasional en ausencia de Darío Ferrer, contó además con las ausencias de Javi Jaén y José Carrasquer. Mala papeleta la que se le presentaba al técnico que, ante la bisoñez de muchos de sus jugadores, solo pudo apelar a la responsabilidad y al compromiso. Lo cierto es que el RC Alzira/ERCAV B solo pudo mantener el tipo y un resultado decoroso durante la primera parte, en la que el equipo ribereño hizo una buena labor defensiva conteniendo el empuje de los locales, que aun así, llegaron al descanso con una ventaja de 27-0.
En el segundo tiempo, el desgaste físico y los cambios lógicamente mermaron más al equipo de la Ribera, que no pudo más que asistir a los ensayos del Tavernes. Todavía así y por el empuje de la delantera, el Alzira pudo obtener un ensayo que el colegiado no concedió por no llegar a posar el oval en el suelo.
Al final, debe prevalecer el convencimiento de que dadas las circunstancias, el equipo hizo el mejor partido posible y que cada uno aportó el máximo para que esto sucediera.
