A partir del 26 de noviembre si un agricultor quiere comprar un producto fitosanitario en un establecimiento autorizado o cooperativa deberá ser titular de un carné profesional de manipulador para poder adquirirlo o directamente recibirá un «no» por respuesta.
Esta medida de obligado cumplimiento lleva sobre la mesa casi tres años aunque —como suele pasar en estos casos— es ahora cuando buena parte de los usuarios se apresuran en obtener el documento acreditativo. Entre otros motivos porque no poseer el carné que les autoriza a manipular químicos en sus tierras podría traducirse en multas que superarían los 300 euros.
Alberto Alba, responsable de formadores de AVA, explica que la agricultura se está profesionalizando. Y por tanto, los agricultores, los jardineros o cualquier persona que trabaje en contacto con productos químicos de uso no doméstico deben saber cómo utilizarlos para no dañar su salud, la de las personas de alrededor y el medio ambiente.
Uso exclusivo
El agricultor solamente podrá utilizar los productos fitosanitarios en los campos de su propiedad. A no ser que cuente con la titulación que le autorice a usarlos de forma profesional en extensiones ajenas, lo que significa que tan solo las personas con una titulación «cualificada» podrán ser contratados para pulverizar tierras con agentes químicos.
Con estas limitaciones el Ministerio de agricultura y Medio Ambiente pretende regular el uso de fitosanitarios en el campo valenciano y de esta forma evitar el uso irresponsable y la contaminación que conlleva.
Otro de los aspectos que regula el artículo 21 del Real Decreto 1311/2012 es que la posesión del carné será obligatoria aunque se utilice mochila o cualquier otro mecanismo para la aplicación de estos productos. Por lo tanto, la entrega de éstos a personas que no disponen de carné, constituiría una infracción de la ley con la su correspondiente sanción.
Registro de envases
Además, con el objetivo de controlar que no se depositen los envases en barrancos o que se abandonen en los propios campos los establecimientos autorizados y las cooperativas llevarán el registro de los envases y garrafas que el usuario adquiera para que en cuanto acaben de usar su contenido se devuelva el continente.
Alba comenta que sí, por ejemplo, los agentes del Seprona localizaran un envase de fitosanitarios en una acequia con el número de lote podrán saber la tienda que ha vendido el producto y al comprador gracias a estos registros. Hasta el momento AVA ha formado a 15.000 personas a las cuales Conselleria de Agricultura les ha concedido el correspondiente carné de manipulador. Apuntan desde la asociación agraria que la formación, sobre todo en las circunstancias actuales, se ha convertido en una herramienta indispensable de cara a generar oportunidades laborales, valor añadido y competitividad. Alba insiste en el gran esfuerzo que está haciendo el sector por profesionalizarse. «Los agricultores entran a regañadientes en el aula y salen aplaudiendo porque entienden que es una medida importante», asegura.
Básico y cualificado
El curso para obtener el carné de manipulador de fitosanitarios se prolonga durante tres días en los que abordan contenidos teóricos y prácticos y en los que se evalúan los conocimientos adquiridos a través de un test de treinta preguntas. Durante el curso un médico participa como conferenciante explicando cómo deben usarse determinados productos y cómo no dañar su salud. También participan en los talleres ingenieros agrícolas.
Dos son los niveles de capacitación que quedarán acreditados tras la realización de los respectivos cursos. El nivel básico dirigido a agricultores que realicen los tratamientos en su propia explotación y el cualificado para los usuarios profesionales responsables de los tratamientos en tierras ajenas y para aquellos que intervengan en la venta de productos fitosanitarios de uso profesional. Además, el carné deberá renovarse cada diez años.
