El conseller de Hacienda ha autorizado la devolución del solar que el Ayuntamiento de Alzira cedió hace más de nueve años al Gobierno valenciano para la construcción de la nueva sede del Centro de Formación, Innovación y Recursos Educativos (Cefire), lo que en la práctica representa que el proyecto se desvanece definitivamente, si el tiempo transcurrido y el traslado a Xàtiva de la sede del antiguo Centre de Professors no eran síntomas más que evidentes.
La corporación municipal aprobó en febrero una resolución por la que exigía a la Conselleria de Educación la reversión del solar de 2.500 metros cuadrados ubicado en el tramo final de la avenida Luis Suñer, que le cedió en el año 2006 para la construcción de la nueva sede del Cefire, y ayer tenía previsto acordar formalmente en el pleno la aceptación del terreno, una vez el conseller de Hacienda y Modelo Económico había dado luz verde a esta petición. Cabe recordar que el acuerdo de cesión fijaba un plazo máximo de cinco años para que se diera al solar el uso previsto pero, pasada casi una década, la parcela se encuentra exactamente igual ya que la conselleria no ha realizado ningún movimiento en la misma. No obstante, las cosas han cambiado y mucho ya que, en julio de 2012, la Administración educativa publicaba una resolución por la que decretaba el cierre de ocho de los 17 Centros de Formación e Innovación de docentes repartidos por toda la Comunitat Valenciana y, entre ellos, el de Alzira. El cierre de la sede de Alzira situaba al centro de Xàtiva como referente para los profesores de la Ribera.
El Cefire de Alzira fue durante dos décadas un centro de referencia para la formación del profesorado de la comarca, aunque las deficientes condiciones del edificio que ocupaba junto al Palau de Casassús provocaron que el ayuntamiento y la conselleria proyectaran una nueva sede. La crisis económica paralizó cualquier inversión, pero el Cefire tuvo que abandonar en 2009 su sede, que había sido apuntalada un año antes al detectar los técnicos una sobrecarga de las vigas. El servicio se realojó de forma provisional en un ala del colegio Gloria Fuertes que no había sido ocupada, a la espera de disponer de la que debía ser su nueva sede, una perspectiva que se esfuma.
