El tramo de la carretera N-332 que discurre entre las localidades de Favara y Sueca se mantiene como uno de los principales puntos negros de la red viaria española. El duodécimo informe de EuroRAP, en el que participa el RACE y que se evalúa el nivel de riesgo de la Red de Carreteras del Estado, vuelva a calificar por tercer año consecutivo que esa importante vía de circulación que canaliza buena parte del tráfico que se dirige a las playas de la Ribera Baixa es uno de los principales punto negro de la red vial española al registrar un elevado índice de siniestralidad.
El estudio revela que 97 tramos de la red viaria española cuentan con un riesgo elevado y 18 de ellos pueden considerarse puntos negros. El tramo más peligroso de la red viaria española es la carretera N-320 que separa la localidad guadalajareña de Casar de Talamanca y el cruce con la M-103 a Algete, en Madrid. Este punto acumula en estos tres años diez accidentes graves, con dos fallecidos y doce heridos graves.
No obstante, los puntos negros han descendido del 16% al 14,7%, es decir, 442 kilómetros menos que el año anterior. Del total de 24.803 kilómetros analizados, el informe del RACE detecta riesgo elevado en 3.506. Pese a reducción de tramos de gran siniestralidad que se ha registrado en los últimos años, la carretera que separa Sueca de Favara se mantiene entre las más peligrosas de la red estatal desde hace años.
Obras con retraso
Los escasos kilómetros que separan Favara y Sueca han acumulado un largo rosario de desgracias. El número de heridos, y lo que es peor, de fallecidos que se acumulan debe hacer reflexionar a los conductores que circulan por esa vía. En el periodo 2010-2012 llegó a ser el primer punto negro de las carreteras españolas al registrarse 5 muertos y 22 heridos. La clave para terminar con esta alta siniestralidad está en la finalización de las obras de la A-38.
El Gobierno paralizó los trabajos de reforma de esa carretera en 2010, al agravarse los efectos de la crisis económica, y no los ha reanudado hasta el pasado verano. En una primera instancia, se prevé finalizar el nuevo acceso norte de Cullera, una de las ciudades de mayor atractivo turístico de la provincia. Las obras están avanzadas y ya se puede ver un tramo de la nueva variante asfaltado, aunque de momento se desconoce cuándo se abrirá al tráfico.
No obstante, una vez completada esa primera fase, quedará por construir la nueva autovía, crear la entrada sur a Cullera y promover el acceso a Favara, unas actuaciones que se completarán dentro de tres o cuatro años, según las estimaciones que barajaba el Gobierno hace unos meses. La N-332 soporta un tráfico diario de 18.000 vehículos, el 12% de los cuales son pesados. Con esta autovía se espera descongestionar el tráfico de la Ribera Baixa. El presupuesto total de todo el proyecto es de 118 millones de euros, una cantidad considerable en los tiempos actuales incluso para el Ministerio de Fomento.
Numerosos accidentes
La entrada norte a Cullera, cuando la autovía pasa a tener un solo carril en cada sentido, es uno de los puntos más peligrosos. En 2014 un joven de Cullera falleció en esta zona y este verano otro vecino sufrió un accidente, aunque logró salvar su vida. La Policía Local de Cullera detalló recientemente en un estudio que desde el 2009 habían realizado un total de 25 intervenciones en este tramo en siniestros que se saldaron con diversos heridos y fallecidos, aunque el número es mayor ya que no todas las incidencias son comunicadas a la Policía Local al tratarse de una vía interurbana.
También se han registrado diversos accidentes graves en las inmediaciones de Favara. La situación de esta pequeña localidad es especialmente complicada, ya que debe soportar el paso de un gran volumen de vehículos cada día al confluir la N-332 con la entra al peaje de la AP-7 y la CV-510.
