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Las restricciones han llegado a poner en riesgo el suministro domiciliario

Turís llegó en verano a suspender el servicio de agua potable por la noche e incluso acordó la compra de caudal

Los municipios del Marquesat aún no han decretado restricciones en el consumo de agua como hizo el Ayuntamiento de Turís, que suspendió el servicio en horario nocturno varios meses en verano, pero el riesgo de desabastecimiento existe y en octubre hubo prisa en conectar el pozo de la Mancomunitat del Marquesat a una perforación privada que asegurara el abastecimiento de estas tres poblaciones ante las escasas reservas.

Hay una tendencia claramante a la baja en los recursos del pozo principal desde hace unos dos años que preocupa a Catadau, Llombai y Alfarp. Durante el último mandato de la Mancomunitat del Marquesat, ya se iniciaron conversaciones con el pozo propiedad de la comunidad de regantes l'Heretat. Y hace unos meses, en pleno verano, también se procedió a conectar otro pozo, el de la Nevera, para mayor seguridad. El plan consistía en conectar los pozos para atender una situación de emergencia en el caso de que el que abastece a los tres municipios se quedara sin recursos si continúa el ciclo seco de los últimos años.

El Ayuntamiento de Turís llegó a acordar la compra de caudales a uno de los pozos privados existentes en el vecino término de Godelleta para abastecer a la población, en la que residen unas 6.500 personas, ante el avance de una sequía que llega a dejar sin recursos el pozo propio, ubicado en la zona de Viñamalata.

La sequía también amenazó a finales de verano el suministro de Carlet y Benimodo y situó al pozo del Pi la Cabra en niveles de reserva. El descenso de diez metros en sólo un año provocó en pleno estío episodios de turbidez en el agua potable de Carlet.

Déficit de lluvias

La comarca de la Ribera cerró el último año hidrológico con un déficit de lluvias respecto al anterior cercano al 30 %. La anomalía respecto a la media de precipitaciones del año hidrológico 2014-15 fue más acuciada en la Ribera Baixa. Aún fue peor el ejercicio 2013-14 cuando según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) el déficit de lluvias se situó en torno al 70%. El ciclo seco se mantiene en el territorio ribereño desde hace un lustro.

La oficina de planificación de la CHJ situó en el informe del 30 de septiembre en estado de prealerta la mayoría de indicadores que hacen referencia a las aguas subterráneas en el ámbito de la comarca de la Ribera.

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