El director de la Casa Joan Fuster, Francesc Pérez Moragón, ha renunciado a los 2.500 euros que el gobierno local del Ayuntamiento de Sueca había acordado abonarle como compensación por los trabajos realizados en la elaboración de una guía para el espacio museístico que abrirá sus puertas en breve. Tras las críticas vertidas por el Partido Popular (PP), y con el objetivo de «desvanecer equívocos e interpretaciones erróneas», Moragón solicitó formalmente que, en su nombre, el ayuntamiento «hiciera donación de la cantidad mencionada al benemérito Asilo de Ancianos de Sueca».
Así lo indicó en un comunicado dirigido el miércoles al concejal de Cultura, Vicent Baldoví, a quien además rogaba que diera al mensaje «la publicidad que el asunto pide». Francesc Pérez Moragón sustituyó el pasado mes de octubre al funcionario municipal Joan Antoni Carrasquer como director del centro cultural y de investigación ubicado en el número 10 de la calle Sant Josep. Desde dos años antes, octubre de 2013, ya estaba prestando su colaboración en calidad de asesor extraordinario. En ninguno de los dos casos ha cobrado salario o retribución alguna.
En su escrito, el director de la Casa-Museo Fuster, rechazaba de plano entrar a valorar los detalles del texto que el PP difundió ayer en referencia al cargo que ocupa, «muchos de los cuales son inciertos o equívocos, quizás por falta de información del Grupo Municipal que lo firma», dijo. En este sentido quiso aclarar que la cantidad referida de 2.500 euros no es un sueldo: «No puede ser en ningún caso asimilable a salario, dieta o nada que se le parezca puesto que todos los gastos que me genera la dirección van a mi cargo».
Pérez Moragón matizó que la cantidad económica aludida corresponde a la redacción de textos relacionados con la puesta en marcha del Museo Fuster, como es el folleto divulgativo, las notas para la página web y otros escritos. «El más importante, sin duda, es el libro que servirá de guía para los visitantes, en el cual estoy ocupado ahora mismo», destacó. El director defendió que se trata de una obra que requiere ciertos conocimientos y que, «si todo sale bien, podría ser útil durante unos cuantos años, a través de sucesivas reediciones, como suele pasar en este tipo de trabajos». Y afirmó que de acuerdo con su larga experiencia profesional en cuestiones literarias y editoriales considero que la cifra global «no es exagerada ni abusiva".
El responsable del centro que acoge el legado del ensayista insistió en asegurar que el único interés que tiene es «colaborar tanto como pueda para que todos los servicios culturales incluidos en el Espai Fuster estén tan pronto como sea posible a total disposición del público, de Sueca y de fuera». Y concluyó manifestando su plena confianza en que así será. «Y se podrá fácilmente demostrar en un plazo muy corto que el Espai Fuster no sólo será rentable para la ciudad, sino también un motivo de orgullo para toda la gente de Sueca».
