La falta de lluvias es otro problema añadido, ya que los árboles tampoco tienen la suficiente humedad y acumulación de reservas hídricas para afrontar una situación de frío, resultando un cóctel peligroso para el campo ribereño que está padeciendo en los últimos años las consecuencias de la escasez pluviométrica registrada. En la comarca de la Ribera ha llovido un 17% menos que el año pasado. Una muy mala noticia para quienes viven de cultivar la tierra .
e.c. / r. p alzira