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El Carlet se niega a jugar tras el robo de los móviles a la plantilla en el vestuario

Los jugadores rechazaron salir tras el descanso tras desaparecerles los teléfonos y carteras en Massanassa

El Carlet se niega a jugar tras el robo de los móviles a la plantilla en el vestuario

Que un partido de fútbol aficionado de una las diferentes categorías de la Federación Valenciana sea suspendido por condiciones climatológicas puede ser habitual. Que suceda por incidentes entre los equipos, el colegiado o los aficionados también desgraciadamente, aunque menos. Pero que se suspenda porque al equipo contrario le han desvalijado el vestuario durante la primera parte parece insólito. Realmente es un problema sobre que muchos equipos habían temido pero que lo ha sufrido en su propia piel el primer equipo del Carlet, conjunto que milita esta temporada en el Grupo V de la Primera Regional tras haber logrado el ascenso el verano pasado.

Es lo que ocurrió el sábado en el Polideportivo Municipal de Massanassa en el partido del Grupo V de la Primera Regional, que enfrentaba a los locales con el AC Carlet. Ambos equipos se marcharon al descanso con 1-0 a favor del Massanassa cuando los visitantes entraron en ebullición. Durante los primeros 45 minutos unos desconocidos habían entrado en su vestuario y les habían robado teléfonos móviles, dinero e, incluso, calzoncillos de marca, según la denuncia presentada ante la Guardia Civil.

La tensión empezó a apoderarse de los jugadores del AC Carlet, que decidieron no continuar con el partido «al estar descentrados ya que en lo único que pensábamos era en anular las tarjetas de los teléfonos para que no las usaran indebidamente», aseguraron desde el Carlet.

El equipo local decidió llamar a la Policía Local y la Guardia Civil, que se presentaron en las instalaciones para evitar que la «crispación pasará a mayores», comentaron ayer desde la directiva del Massanassa CF. «Los jugadores y aficionados del Carlet, como es de entender, estaban muy nerviosos, sobre todo, porque la puerta no estaba forzada. El encargado juraba que la cerró con llave y denunciaba que alguien con otra llave había entrado en su vestuario», explicaron desde el equipo local. «Allí entró alguien con llave», sentenciaron desde el Carlet. En este sentido, desde el polideportivo municipal aseguraron a este diario que a cada equipo visitante «que juega aquí se le entrega una llave del vestuario y nadie más tiene otra. Nosotros tenemos una maestra para cualquier emergencia». «Es la primera vez que sucede algo así», afirmó el conjunto local.

El colegiado no estaba dispuesto a suspender el partido porque, según él, no había motivo, aunque los agentes le aconsejaron que lo hiciera. Al final, y con los jugadores del AC Carlet camino de casa, el colegiado redactó el acta con un anexo. Ahora deberá ser el Comité de Competición el que decida.

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