La Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública ya tiene en su poder el resultado de las liquidaciones que estaban pendientes desde el año 2008 y hasta 2012 correspondientes a la gestión empresarial del hospital de Alzira y el departamento de la Ribera. Las liquidaciones las demoró el anterior Consell del PP hasta el punto de acumular a su salida de la Generalitat seis ejercicios completos sin examinar.
Ahora, el nuevo Consell de PSPV y Compromís ha encontrado una desviación a su favor de 5,6 millones de euros entre los años 2008 y 2012, según desveló ayer en las Corts el subsecretario de Sanidad, Ricardo Campos.
La consellera de Sanidad, Carmen Montón, ya anunció en su momento que su equipo se había encontrado con numerosas liquidaciones pendientes que requerían un auténtico trabajo de arqueología, según dijo entonces.
Ahora, el Ejecutivo ya tiene cerradas las liquidaciones de cuatro años que arrojan un saldo a favor de la conselleria de 5,6 millones. Siguen pendientes todavía las liquidaciones de los años 2013 y 2014. El subsecretario de Sanidad desveló también que desde su puesta en marcha en 1999 la gestión del hospital de Alzira nunca había sido auditada y ni siquiera se contemplaban en los pliegos fórmulas para sancionar los incumplimientos, por lo que en caso de que la empresa no cumpliera con sus obligaciones, el Consell no tenía mecanismo legal alguno para sancionarla.
La liquidación que arroja una desviación a favor del Consell está ya cerrada pero aún no se ha ejecutado, es decir el dinero aún no ha llegado a las arcas públicas.
Además, el próximo mes está previsto que se inicie una auditoría más exhaustiva, que afectará al ámbito económico y al asistencial, según el Consell.
Un portavoz del PP aseguró que el modelo Alzira ya estaba auditado por la Sindicatura de Cuentas y por la Intervención de la Generalitat. Sin embargo, en su último informe de fiscalización de las cuentas públicas, el de 2014, el Síndic de Comptes ya avisaba que el modelo Alzira resultó costoso para las arcas públicas.
«Está resultando una tarea ingente porque había una falta de rigor y de transparencia que pone los pelos de punta», aseguró el subsecretario durante su comparecencia. «Estamos haciendo nuestro trabajo y el que debió hacer cualquier Gobierno decente y no se hizo, nosotros vamos a reclamar y a defender hasta el último euro los intereses de los valencianos», añadió. Campos aseguró que de esta liquidación se deduce que los anteriores gestores miraron para otro lado durante muchos años.
El diputado del PSPV, Ignacio Subías, aseguró que el Consell anterior actuó de forma «complaciente» con las empresas que han gestionado la sanidad y dijo que ahora entiende porque los anteriores gestores nunca difundieron los datos de la facturación intercentros que él mismo reclamó durante años.
La Sindicatura ya advirtió entonces que se incumplía la legalidad vigente, ya que el plazo para la realización de las liquidaciones es, como máximo, el 31 de marzo del año siguiente al que corresponde. Sin embargo, en el caso de Alzira se acumularon hasta seis ejercicios seguidos.
Condiciones laborales
Además, el número tres de la Conselleria de Sanidad desveló ayer en la comisión de Sanidad de las Corts que tiene la sospecha de que en el hospital de Alzira existe en la actualidad una relación laboral muy conflictiva. Campos puso como ejemplo que en el área de Urgencias existe una rotación del 40 % lo que evidencia que las condiciones laborales resultan «inasumibles».
