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Fos: un ejemplo en la política local

Miguel Fos. Levante-EMV

Trabajo, responsabilidad, dedicación y generosidad, todo lo que se le debe exigir a un cargo público electo, es lo que Miguel Fos se lleva en la mochila. Difícil, muy difícil es la función de alcaldes y concejales a pesar de que las apariencias muestren otra visión. Hay que atender a toda la ciudadanía que cada día acude a ti, con o sin razón, y abrir puertas a sus preocupaciones y soluciones. Y hago esta afirmación desde mi conocimiento de la manera de funcionar de las administraciones públicas: primero en la condición de asesor del Partido Popular en la gestión en el gobierno de Sueca; y después como concejal durante nueve años, la mayoría de ellos en el compromiso ciudadano como portavoz del Grupo Municipal Popular en la oposición.

Miguel Fos, alcalde de El Perelló ha sido todo un ejemplo de dedicación al frente de la entidad local menor. Ha trabajado a destajo para darle la vuelta a esa emblemática población del municipio de Sueca. Ahí están los resultados, sin paliativos. Tras la dimisión de Fos como presidente de la Junta Vecinal perellonera también es necesario apelar a la responsabilidad que siempre ha tenido en el cargo, tanto como concejal en el Ayuntamiento de Sueca, tanto como edil electo de la entidad local menor. Nunca dio su brazo a torcer en defensa del colectivo de población al que representaba. En este sentido, no se le cayeron los anillos en el momento de enfrentarse a la pretensión de su propio partido en el Gobierno central de hacer desaparecer las entidades locales inferiores al municipio. Fos soltó el primer golpe de puño sobre la mesa y se puso a trabajar convocando a movilizarse a las pequeñas poblaciones valencianas afectadas. Después hicieron una piña con todas las españolas.

El resultado es que ni el presidente Mariano Rajoy, ni el ministro Cristóbal Montoro, han podido con ellos. Trabajar y no desistir siempre da sus resultados. Fos exigió lo que consideraba justo al municipio de Sueca, del que forma parte y del que no renuncia según expresaba en el comunicado mediante el cual anunciaba su dimisión. Así de claro. Ha defendido, con uñas y dientes, la financiación a la que El Perelló tiene derecho.

Y lo ha hecho, Fos y su gobierno, en representación de las vecinas y vecinos que le han puesto en el cargo de primera autoridad en tres ocasiones consecutivas. Esa, y no otra, es la función de alcaldes y concejales: dedicación y buscar todos los entresijos y subvenciones de las que una comunidad se pueda valer. Así está ahora El Perelló, con un nuevo colegio a un paso de inaugurar, centro de salud, casino de jubilados, cine? y unas playas en óptimas condiciones desde el primer día de las campañas de primavera y verano.

Y por último habrá que aplaudir la generosidad de Fos en el más amplio sentido de la palabra. Su último detalle fue dar responsabilidades de gobierno a los dos ediles electos del PSPV-PSOE cuando las matemáticas le daban una mayoría más que suficiente al PP. En un ayuntamiento hay trabajo para todos/as los representantes elegidos por el pueblo. Y Fos es consciente que la responsabilidad de alcalde, que ha ocupado con dignidad durante nueve años, pasa a manos de otro partido. El socialista y nuevo primer edil fue el segundo más votado y suya es ahora la responsabilidad, sin crispaciones ni tejemanejes. Somos muchos que con personas como Miguel Fos iríamos a un fin del mundo que iría mucho mejor.

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