Sea una estrategia de presión con el pleito interpuesto por la concesionaria del aparcamiento de la plaza de la Generalitat contra el Ayuntamiento de Alzira como trasfondo o una voluntad real de rescatar el proyecto, el tripartito alcireño (Compromís, PSOE y EU) tenía previsto aprobar en el pleno de anoche un requerimiento dirigido a la concesionaria inicial para que, en cumplimiento del contrato formalizado en julio del año 2002, presente los estudios técnicos y económicos que justifiquen la viabilidad de construir una aparcamiento subterráneo con dos plantas de sótano en la plaza Mayor. «Hay un incumplimiento de contrato y requerimos a la empresa para que construya el párking», se limitó a comentar el concejal de Gestión Urbanística, Fernando Pascual, a las puertas del pleno.
El gobierno encabezado por el alcalde socialista Pedro Grande adjudicó en el año 2002 a una misma empresa la construcción y gestión de dos aparcamientos subterráneos en la zona centro de Alzira, uno en la plaza de la Generalitat, que está operativo aunque con índices de uso muy reducidos, y el segundo en la plaza Mayor. Las elecciones municipales de 2003 propiciaron un cambio de gobierno y una de las primeras decisiones del PP fue paralizar la construcción de este segundo aparcamiento y, según expuso la entonces alcaldesa, Elena Bastidas, en un pleno celebrado en mayo de 2004, el ayuntamiento había llegado a un acuerdo con la empresa para trasladar ese segundo aparcamiento a la avenida Luis Suñer en previsión de una mayor demanda ante la instalación de la Oficina Local de Tráfico en el «mercat al detall» y el proyecto de construcción del Palau de Justícia, que sigue pendiente. La movilización ciudadana primero por el temor a que la construcción de un aparcamiento subterráneo en el antiguo cauce fluvial pudiera afectar a la estabilidad de las fincas y las modificaciones en el proyecto, que encarecían la obra al tener que diseñar dos plantas y en la zona más próxima al río, acabaron por frustrar su construcción.
No obstante, Fernando Pascual señaló ayer que no consta ni que la empresa haya renunciado formalmente a la construcción del aparcamiento ni tampoco ningún acuerdo por parte del Ayuntamiento de Alzira en este sentido, por lo que considera que el contrato sigue vigente. «Es la primera vez en trece años que se le requiere a la empresa para que construya el párking», indicó el edil socialista.
Imposición de sanciones
La propuesta de acuerdo que el gobierno municipal tenía previsto aprobar ayer en el pleno emplaza a la empresa a cumplir el requerimiento que ya se le realizó hace trece años para que aportara los estudios que justificaran la viabilidad de construir un aparcamiento con dos plantas de sótano en la plaza Mayor en lugar de la propuesta inicial que únicamente contemplaba una para que la corporación pudiera pronunciarse. Ésta recuerda que el contrato llevaba aparejado el pago de un canon de 20.000 euros anuales por la gestión del aparcamiento, que el ayuntamiento ha dejado de ingresar.
El acuerdo también incluye una advertencia a la empresa ya que «de proseguir con el incumplimiento de sus obligaciones contractuales», el ayuntamiento procederá a la incoación de un expediente sancionador «con imposición de penalidades en la forma legalmente prevista, exigiendo el cumplimiento del contrato en los términos pactos».
