Ponerle puertas al campo es imposible, pero sí que se pueden utilizar aeronaves de vigilancia para hacer frente a los continuos robos que afectan a la huerta valenciana. El Ayuntamiento de Algemesí ha sido el primero de la Ribera en firmar un convenio con la Universitat Politècnica de Valencia para iniciar un estudio sobre la viabilidad el uso de drones de vigilancia en los terrenos agrícolas. En una primera fase, que se prolongará durante seis meses, se realizará un estudio del término y su cartografía, las zonas de cultivo, la época de recolección; además de preparar bases de datos de cultivos, según explicaron ayer en una rueda de prensa los investigadores de la UPV y el gobierno local. A parte de estudiar las condiciones del terreno y los cultivos, también se deberá determinar qué tipo de dron es el más adecuado para las tareas de vigilancia.
Y será a partir de abril cuando se llevarán a cabo las primeras pruebas de campo. El profesor de la UPV Israel Quintanilla explicó que hay dos tipos de aeronaves: las que pesan menos de 2 kilos, con un radio de grabación que varía según las características técnicas y las aeronaves que pesan más de 2 kilos y que pueden grabar en un radio de 500 metros y cubrir 80 hectáreas.
Además, el dron llevará incorporadas cámaras fotográficas y térmicas que detectan a personas y matrículas de vehículos. Este aparejo no puede sobrevolar a más de 120 metros sobre el suelo.
Muchos de los robos en el campo se producen por la noche, pero la legislación prohíbe de momento que estas aeronaves estén operativas en horario nocturno. No obstante, esto está a punto de cambiar, ya que está previsto que la UE y el Gobierno español aprueben una nueva ley más permisiva.
Otro aspecto que falta por determinar es cuántas horas al día y en qué franjas horarias estará operativo el dron. El convenio firmado entre Algemesí y la UPV tendrá un coste aproximado de 8.000 euros para las arcas locales. La alcaldesa, Marta Trenzano, indicó que se trata de una fase de estudio y, si al acabar las investigaciones el resultado es positivo, el ayuntamiento se planteará comprar o alquilar un dron.
Los drones transmitirán en tiempo real las imágenes que capten a una estación de vigilancia y una persona se encargará de visionarlas en directo. Así, en el momento que se detecte cualquier incidencia, esta persona se pondrá en contacto con la Policía Local. Desde el gobierno local indicaron que la intención es que una patrulla de la guardia rural esté operativa durante las horas en que el dron funcione, de forma que puedan acudir rápidamente a cualquier punto del término si es requerida.
«El uso de drones para videovigilancia tiene un gran potencial y pensamos que puede contribuir de manera a reducir los robos en los campos. El trabajo que comenzamos ahora en Algemesí es un proyecto piloto, que creemos podría extenderse a cualquier zona de la C. Valenciana», destacó Quintanilla.
Esta fase de investigación la llevarán a cabo técnicos del Departamento de Ingeniería Cartográfica y del Departamento de Informática de Sistemas y Computadores de la UPV, y técnicos del ayuntamiento. Junto al profesor Quintanilla, participa en el proyecto Pedro Yuste, investigador del Departamento de Informática de Sistemas y Computadores y otros investigadores de la UPV. Todos se coordinarán con los agricultores y la cooperativa.
Las últimas investigaciones también han logrado aumentar la autonomía de estas aeronaves, que antes utilizaban baterías de litio que tardaban una hora en recargarse y, en cambio, ahora usan baterías de graceno, un material que se recarga en tan solo 10 minutos.
