La lluvia más esperada por los agricultores, se convirtió ayer en un serio contratiempo para los artistas falleros. El trabajo a contrarreloj que comenzaron el pasado fin de semana -los artesanos tienen el tiempo medido para levantar todos los monumentos en los que han trabajado durante el año- se topó a mediodía con las primeras precipitaciones en mucho tiempo, con la única excepción del pequeño chaparrón registrado hace diez días. Se venía venir. Los pronósticos marcaban agua y aquellos artistas y comisiones que no tenían margen de maniobra optaron en la mayoría de los casos por proteger con plásticos los monumentos que ya estaban en la calle. El pronóstico también marca cierta inestabilidad para la jornada de hoy cuando muchas de las comisiones que todavía no han sacado sus monumentos a la calle empezarán a hacerlo. El tiempo apremia ya.

En el caso de Alzira, la falla Plaça d'Alacant ha sido este año la más madrugadora. Sacó el sábado por la mañana las primeras piezas de su monumento, al igual que hicieron El Mercat o la Plaça la Malva, pero la grúa no tardó en empezar a trabajar y el grueso central de la falla que han construido los hermanos Roberto e Iván Parra ya se podía contemplar el domingo, eso sí, todo cubierto de plásticos. La falla Camí Nou fue la primera de la Sección Especial en erigir el cuerpo central y, de hecho, las precipitaciones registradas a primera hora de la tarde cogieron de lleno al artista y a los falleros inmersos en los trabajos de la «plantà».

En Carcaixent, donde la entrega de premios tiene lugar el 16 de marzo -un día antes que en el resto de municipios- la situación resulta incluso más agobiante para artistas y falleros. Ayer ya se podía contemplar todo el cuerpo central y el remate de la falla de Cánovas del Castillo, en este caso sin ningún plástico que la protegiera de la lluvia.

Por otra parte, ayer ya se podían contemplar en la calle diferentes fallas en otros municipios de la Ribera, ya que son muchas las comisiones que habían aprovechado el fin de semana para empezar los trabajos de la «plantà» e incluso alguna, como El Castell de la Pobla, que ya el jueves ocupó la vía pública con sus «ninots».