La Hermandad de la Santa Cena se adjudicó el primer premio de los doseles de Alzira al conseguir la máxima puntuación. Tras los vencedores finalizó segunda la Hermandad de Caballeros del Santo Sepulcro, mientras que tercera fue la Cofradía de la Virgen de la Soledad.
La Hermandad de la Santa Cena se proclamó vencedora de este ya tradicional concurso, arraigado en Alzira y que se ha propagado por otros municipios como Sueca, con un trabajo compuesto por cinco habitáculos que representaban cronológicamente la historia de la iglesia católica cristiana. En la primera escena se representaba el Imperio Romano, decorado con elementos mitológicos, simbolizando la época del nacimiento de Jesucristo. En la segunda sala, el protagonista era el mundo judío, en el seno del cual vivió la familia de Jesús. El tercer habitáculo mostraba la representación de la santa cena, simbolizando el nacimiento del cristianismo, mientras que en el cuarto los protagonistas eran cuatro santos: Sant Vicent de la Rueda, Sant Joan de Ribera, Sant Joan Pau II y Sant Bernat. Este último, como patrón de la ciudad. Por último, la última sala exponía vídeos del Papa Francisco y elementos de la cofradía, lo que simbolizaba la actualidad de la religión.
En total, contemplaron el dosel ganador «más de 16.000 personas», según informa el presidente de la hermandad, Alejandro Puigverd. La confección fue realizada por una quincena de cofrades, «los cuales han estado trabajando en las escenas desde el pasado mes de octubre en turnos de tarde y noche sin la ayuda de ningún artista», y cuenta con una superficie de 200 metros cuadrados. «La hermandad solo ha tenido que invertir en material», añade Puigverd.
Respecto a los doseles que han finalizado segundo y tercero respectivamente, el confeccionado por la Hermandad de Caballeros del Santo Sepulcro representaba en un ciclo corto pero intenso las últimas horas de Jesús en la casa de Caifás donde tuvo su primer juicio, el camino hacia el monte Gólgota y su madre desesperada, mientras que la Cofradía de la Virgen de la Soledad exponía una obra de Manolo Magraner.
