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El atleta de Almussafes Kike Ordás afronta en el Sahara la prueba más dura del mundo

El ribereño deberá completar en cinco días un circuito de más de 250 kilómetros por el desierto con todos sus víveres a cuesta y sin ayuda

El atleta de Almussafes Kike Ordás afronta en el Sahara la prueba más dura del mundo

Más de 250 kilómetros en cinco días. Es el reto que se ha propuesto cumplir el almusafense Kike Ordás en el desierto del Sahara, en una de las competiciones deportivas más exigentes que se conocen. Lo hará este domingo junto a los 1.200 deportistas inscritos en el Maratón de Sables, prueba en la que se recorren 257 kilómetros en condiciones extremas. Ordás es miembro del Club de Atletismo Almussafes y hace año y medio debería haber participado en la maratón de Toubkal, en Marruecos. Sin embargo, días antes del inicio de la carrera suspendieron su vuelo debido a una amenaza terrorista. Este hecho inesperado no le hizo abandonar su deseo de enfrentarse a una prueba de similares características en las que se pone a prueba no solo las condiciones físicas sino también la fuerza mental. Ahora, para resarcirse de aquel imprevisto, se enfrentará a un reto todavía mayor: la Maratón de Sables.

Desde este domingo y durante cinco etapas, el atrevido deportista recorrerá 257 km. por el desierto del Sahara para superar este exigente reto, pues la carrera está considerada como la más dura en autosuficiencia del mundo. De hecho, los participantes cargan con toda la comida necesaria para la jornada y en los avituallamientos tan solo sirven un litro y medio de agua mineral y dos pastillas de sal por participante y se enfrentan durante el trayecto a las altas temperaturas de la zona y a las complicaciones derivadas de la arena.

Entrenamiento específico

Kike Ordás partió ayer jueves hasta el punto de salida, concluyendo así un año de intensa preparación. Aunque está acostumbrado a la actividad física por su trabajo de monitor de «spinning» y por su afición a las carreras en asfalto, en esta ocasión asegura que ha tenido que contar con la ayuda de Octavio Pérez, su entrenador personal.

Durante este tiempo, ha realizado diversos ultra trails, pruebas por montañas de 50 kilómetros aproximadamente, y algunos desafíos como la subida al Puig Campana, con los que asegura que se curte y mantiene la motivación. Durante la semana, «combino entrenamiento de calidad, circuitos de fuerza máxima, salidas a la montaña para hacer extensivos y abdominales», asegura.

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