Hoy domingo se cumplen 50 años de la Coronación canónica de la imagen de la Virgen María de Lluch, patrona de Alzira. La tarde del 22 de mayo de 1966, en la actual Plaza Mayor, en un acto multitudinario, la imagen de la Moreneta, una bellísima obra de arte tallada por el insigne escultor Antonio Ballester Vilaseca, premio nacional de Escultura en 1935, era coronada por el entonces arzobispo de la diócesis de Valencia, Marcelino Olaechea y Loizaga, que actuó como legado pontifício.

De cómo se desarolló la ceremonia se hizo eco, con profussión de detalles, el diario Levante en su edición del martes 24 de mayo. El 22 de mayo, después de una postulación pública que tuvo lugar por la mañana a favor de las obras de la Residencia de Ancianos que se estaba construyendo, se efectuó una ofrenda de flores en los Casalicios de los Santos Patrones y, a mediodía, se disparó una gran «mascletà» anunciadora de lo que iba a ocurrir por la tarde.

Alrededor de las 17:30 horas, la imagen de la Mare de Déu fue trasladada en procesión desde el templo de Santa Catalina, donde había permanecido por espacio de una semana, hasta la entonces Plaza del Caudillo, espacio donde tendría lugar el acto. La comitiva la encabezaba una banda de trompetas y tambores de la Guardia Civil, las cruces procesionales de las seis parroquias de Alzira y la guardia municipal, después la carroza con las imágenes relicarios de los Santos Patronos, numerosas camareras y falleras y, ya por último, la imagen de la Virgen acompañada por el clero de la ciudad.

Los padrinos de la coronación fueron Adrián Campos Bialcanet y Mª Carmen Suñer Picó. También estuvieron presentes las juntas de la cofradía, encabezadas por sus presidentes José Palacios Boquera y Maria Moll Gimeno, y las autoridades locales. Después de ser entronizada, la imagen fue objeto de una ofrenda floral. A las 18:30 horas el arzobispo Olaechea llegó a la plaza y recibió los honores propios como legado pontifício. El canónigo de la Catedral de Valencia, José Maria Belarte, leyó el decreto de la coronación y acto seguido, entre las aclamaciones de los asistentes, el arzobispo bendijo las coronas y la aureola ofrecidas, en nombre de los devotos y fieles alzireños, por los padrinos.

Después de la imposición de las coronas se celebró una misa de pontifical concelebrada junto con el ordinario de la diócesis por diferentes dignidades eclesiásticas, el clero de la ciudad y los sacerdotes hijos de Alzira. El Coro del Conservatorio Superior de Música de Valencia, dirigido por el maestro Sansaloni, interpretó la misa «Stella Maris» y, finalmente, el Himno de la Coronación, de Climent y Zahonero. Al acabar la ceremonia religiosa la Virgen fue conducida en procesión hasta su santuario.

La imagen fue coronada al ser considerada «insigne» por su arte y culto, según acredita el Breve Pontificio de la coronación otorgado a Roma por el Papa Pau VI el 21 de noviembre de 1965. Doce años después de aquel acto un decreto del mismo pontífice, firmado el 30 de marzo de 1978, oficilizava canónicamente el patronazgo popular sobre Alzira (documentado ya en 1835) de la Moreneta, imagen mariana que centraba virtualmente la devoción de los alzireños Los dos hechos quedan grabados con letras de oro en la historia de la religiosidad local.

Esta tarde, en el Real Santuario enclavado en lo alto de la Muntanyeta, se rememorará la efeméride de hace cincuenta años en el transcurso de la tradicional Ofrenda de flores y frutos que en esta ocasión presidirá el Vicario Episcopal de la Ribera.