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La tellina sigue cerrada en Cullera

Los patrones de pesca piden introducir especies alternativas ante la suspensión de las capturas del molusco La sequía agudiza la falta de alimento marino El sector confía en la regeneración

La tellina sigue cerrada en Cullera

La situación que vive el sector pesquero no es demasiado halagüeña. Pero si hablamos del sector de la tellina, hasta hace poco uno de los más importantes de la pesca valenciana, la situación todavía es más preocupante. La captura de estos moluscos ha pasado de 300.000 a 1.900 kilos en los últimos diez años en la Comunitat Valenciana, por lo que su extracción no está permitida desde junio de 2015.

En un reciente estudio realizado por científicos de la Universidad Politécnica de Valencia, de mayo a noviembre de 2015, en la zona de costa comprendida entre el puerto de Valencia y Dénia se constató una disminución tanto en la densidad de la población de las tellinas como en el tamaño de las mismas.

Los investigadores apuntan tres propuestas para mejorar la situación de las poblaciones de tellinas: trabajar en la posible cría para su reintroducción en el mar cuando sean «menos vulnerables» a depredadores como las medusas; determinar zonas donde las poblaciones sean mayores para permitir una pesca controlada y estudiar el efecto de nuevos contaminantes de uso generalizado, como los protectores solares, en estos moluscos.

Estas soluciones están bien vistas por el sector. El Presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de la provincia de Valencia y a la vez presidente de la Cofradía de Cullera Vicente Pérez, analiza las medidas a tomar en el sector «ya que es necesario que se den los plazos adecuados para poder seguir disfrutando, en condiciones, de un producto que es importante y tan apreciado en la cocina mediterránea».

Aunque se constató, en los estudios científicos, la escasez de las mismas y su tamaño reducido, uno de los elementos para el «optimismo» fue verificar que con las lluvias que se produjeron de septiembre a diciembre del año pasado, el tamaño de las tellinas aumentaba «considerablemente». Esto se debe, según los científicos, a que los nutrientes que necesita el fitoplacton, que es de lo que se alimentan las tellinas, proceden de los aportes de la lluvia, ríos y acuíferos. «Por este motivo, es la sequía de la última década en la costa valenciana está haciendo que las tellinas encuentren poco alimento».

Junto a ello, los pescadores, según Vicente Pérez, también consideran que «la regeneración de playas, tal y como se está realizando, aporta elementos contaminantes que actúan de forma negativa en las colonias de tellinas, impidiéndoles un mayor crecimiento».

Otra de las acciones que se viene apuntando desde las cofradías de pescadores es de «la introducción de algunas especies alternativas, como se ha hecho en Galicia con la aportación de algunas chirlas que se han conseguido adaptar bien a la zona y que han permitido que el sector pueda afrontar con optimismo el futuro», precisa Vicente Pérez, quien ha querido remarcar la necesidad de que el sector se adapte a estas nuevas aportaciones.

Los pescadores están convencidos de que este fenómeno de desaparición de las tellinas es más bien pasajero y que con la prohibición existente de pescar pactada entre los pescadores y la Unión Europea, tras 2 años de veda, en breve se repondrán los caladeros. Con la parada biológica de junio, se cree que las tellinas también se beneficiarán de la regeneración de los ecosistemas.

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