En el otro extremo de la Ribera Alta, Villanueva de Castellón, donde se localiza otro de los casos más sangrantes en materia de infraestructuras docentes, el colegio público Severí Torres, está previsto que, una vez adjudicadas las obras, comiencen el próximo mes de julio, según indicó el alcalde, Òscar Noguera.
Se trata de una demanda histórica de todo un pueblo ya que el centro se encuentra dividido en dos edificaciones separadas por la ronda de circunvalación del núcleo urbano de Vva. de Castellón, que los niños se ven forzosamente obligados a cruzar continuamente con el peligro que conlleva, según relata la página de apetura de la web del centro. Se da la circunstancia de que el Consell llegó a licitar las obras, aunque nunca se llegaron a adjudicar.
A finales de abril de 2015, y tras múltiples reivindicaciones de la comunidad educativa, la conselleria volvió a licitar por 5,6 millones de euros un proyecto que contempla la completa remodelación de una parte del colegio actual y la construcción de un nuevo aulario, explicó el alcalde actual.
La empresa dispone de un plazo de quince meses para ejecutar las obras, por lo que alumnos y profesores del Severí Torres todavía tendrán que esperar más de un curso para estrenar las nuevas instalaciones.
