El alcalde de Alzira, Diego Gómez, abogó ayer por pedir al Gobierno que las más de 2.000 hectáreas quemadas se declaren como zona catastrófica. De igual manera, Gómez reprochó la actitud del Gobierno central estos días: «Ya que el ministro se personó en el incendio, nos habría gustado que nos comunicara que nos prestarán la ayuda necesaria», sentenció.

Paco Salom, alcalde de Carcaixent, se mostró más prudente que su homólogo alcireño: «A veces pedir que se reconozca la zona catastrófica genera más inconvenientes que beneficios, pero desde luego se pedirán medidas extraordinarias», explicó. Prescisamente, fue el propio alcalde el que confirmó el dato de la masa forestal perdida: «A falta de que se haga el estudio cartográfico correspondiente, a simple vista el mapa deja ver que la superficie quemada, dejando de lado los campos de cultivo, es superior al 80%». Para Salom, lo más importante en estos momentos es que se trabaje «con seriedad. No sirve de nada que se diga que hay fondos de contingencia listos y después no se haga nada, queremos que haya un compromiso en este tema porque está claro que se necesitará ayuda».

El primer edil de la principal localidad afectada por el incendio destacó que, una vez ya se ha producido la desgracia, hay que centrarse en evitar que incendios como éste se vuelvan a repetir: «Los técnicos medioambientales tienen claro que si no se trabaja en la prevención habrá muchos más fuegos; así que tenemos que trabajar todos juntos en la limpieza de los bosques y los barrancos o no nos quedará nada», sentencia.

También se pronunció al respecto la alcaldesa de la Barraca de Aguas Vivas, Verónica Almunia, quien también destacó la necesidad de solicitar medidas especiales: «No sé si habrá que pedir que se declare zona catastrófica o no, pero vamos a necesitar mucha ayuda», comentó Almunia. «En estos momentos estamos volviendo a la normalidad después de haber tenido el fuego tan cerca, los vecinos están afectados psicológicamente».

La primera edil de la entidad local también destacó que «en lo que respecta a la superficie quemada, por suerte la zona que le corresponde a la entidad local menor no se ha visto afectada», aunque señaló que «las estructuras que se han visto dañadas afectan a los vecinos de La Barraca», concluye.