Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La instalación de sombrillas y hamacas de pago en la playa genera disputas en Cullera

La policía interviene para mediar entre una bañista y el encargado del servicio de alquiler El ayuntamiento alega que quiere evitar los colapsos

La instalación de sombrillas y hamacas de pago en la playa genera disputas en Cullera

La ubicación de las hamacas y sombrillas en primera línea de la playa ha sido en los últimos años una nota discordante en la tranquilidad veraniega de Cullera. La Demarcación de Costas ha autorizado ahora el alquiler de espacios para instalar este tipo de mobiliario a pocos metros de la orilla a través de una empresa concesionaria, pero algunos vecinos han mostrado su malestar ante lo que consideran un abuso. Este tipo de concesiones, plenamente legales y muy habituales en ciudades costeras y turísticas, chocan con los intereses de los bañistas que pretenden ocupar con libertad el espacio que más les interese.

El pasado lunes se produjo ya un primer incidente entre una usuaria, vecina de Silla de 36 años, que dejó una toalla plegada y un bolso en la zona que ahora ocupan las hamacas y sombrillas de alquiler ubicada frente al edificio Ferrobús. La mujer pretendía dejar en ese lugar sus pertenencias para acercarse con comodidad a la orilla de la playa y bañarse con sus dos hijos de corta edad. Rápidamente se acercó el encargado del servicio de hamacas, quien informó a la madre que no podía estar allí. La mujer replicó que la playa «es de todos y no existe ordenanza alguna que dicte que los ciudadanos deban retirarse de zona alguna».

El encargado que gestiona y custodia la zona de alquiler le respondió que si no abandonaba la zona, llamaría a la policía local, a lo que la usuaria asintió para que le diesen una explicación convincente de lo que sucedía. Una vez personada en el lugar la patrulla, los agentes le explicaron a la vecina que, en efecto, se trataba de un lugar reservado para el uso privado de hamacas, aunque acabaron reconociéndole que no existía ninguna ordenanza al respecto.

Llegados a este punto, el encargado de las hamacas cambió de actitud, llegando incluso a pedirle disculpas a la usuaria de la playa, la cual, en vista de cómo se desarrollaba la situación, declinó quedarse donde estaba y optó por retirarse unos metros.

El gobierno municipal alega que con la concesión de las hamacas y sombrillas «no se colapsa la primera línea del mar, ya que por cada 200 metros de hamacas deben de quedar otros 200 metros libres». Lo que se pretende, añade, «es mejorar la imagen que se daba hasta ahora» con la polémica instalación de sombrillas a primera hora de la mañana junto a la orilla, que también originaba disputas entre usuarios.

El ayuntamiento destaca la calidad del servicio, con sombrillas y hamacas nuevas, y subraya que los precios se mantienen por debajo de otros puntos de la costa valenciana. Alquilar una hamaca o sombrilla un día cuesta 4 euros y hay abonos mensuales de 90 ?.

Compartir el artículo

stats