El pleno de Carcaixent del pasado miércoles se quedó con tan sólo diez concejales, los de Compromís liderados por su alcalde Paco Salom. Los partidos que forman el resto del plenario, PP, PSPV, UxV, Gent de Carcaixent y Reiniciem, decidieron plantar al equipo de gobierno local a modo de protesta tras lo que calificaron como una falta de respeto y una «actitud totalitaria y antidemocrática». Los grupos abandonaron el salón de plenos tras aprobar con sus once votos la moción que originó la polémica. Compromís ha calificado lo ocurrido como una «maniobra partidista que busca crear conflictos y sacar rendimiento político en ve de solventar la problemática laboral».

Los cinco partidos de la oposición han alegado como motivo de su desplante que el partido en el gobierno ha faltado el respeto a algunos de sus concejales. «El alcalde ha negado la palabra a los portavoces de los grupos que pretendían defenderse por las alusiones hechas por la concejal de Recursos Humanos, Desirée Palma, en una de sus intervenciones y que ha llamado mentiroso a algún concejal e indirectamente presuntos delincuentes a todos los miembros de la oposición, al afirmar que con la propuesta presentada por los mismos pretendía no respetar la legalidad vigente», han manifestado conjuntamente.

El alcalde ha contestado a estas acusaciones argumentando se que cumplieron los turnos de palabra establecidos: «No negué la palabra a ningún grupo de la oposición, en todo momento cumplí con el reglamento orgánico municipal en cuanto a turnos de intervenciones y se concedieron los dos turnos de palabra correspondientes y tan sólo el concejal de Reiniciem Carles Albert lo aprovechó», ha explicado Paco Salom.

«No es casualidad»

El conflicto se inició tras presentar una moción que partía de todos los grupos municipales de la oposición en la que se instaba al alcalde «a retirar los decretos dictados unilateralmente y sin previa negociación con los trabajadores municipales». Los decretos en cuestión, según ha manifestado un grupo de funcionarios, son los 1240 y 1245/2016 en los que se «ha posibilitado, sin previo aviso, que las nóminas de algunos trabajadores bajasen un 20%; mientras que otros tendrían derecho a una remuneración extra de 11.000 euros, provenientes de acuerdos individuales sin justificación alguna», han hecho público los empleados en un comunicado. Según el alcalde, «dicho documento, aunque vaya en nombre de la junta de personal, no la representa de forma unánime».

Paco Salom ha expresado que lo acontecido en el pleno fue «una maniobra que, lejos de buscar la solución a un problema laboral, lo que realmente pretende es mantener el conflicto y sacar rendimiento político». Además, el alcalde ha añadido: «No es casual que, habiendo un mes para presentar la moción, se haya realizado de forma urgente precisamente el día en el que estaba anunciada la presencia de uno de los trabajadores en el pleno».

Compromís ha invitado a los vecinos a visualizar el plenario, disponible en internet, para que saque saquen sus propias conclusiones ante un hecho tan inusual y pide a los grupos que se disculpen tanto con los funcionarios como con la ciudadanía.