Levante-EMV ya contó en su momento la historia de dos ancianos alcireños que habían visto como los cernícalos habían anidado en una de las jardinera de sus ventanas, en un séptimo piso en la Plaza del Reino, muy cerca de donde ahora se ha avistado este nuevo nido. En aquella ocasión fueron seis los polluelos que lograron salir de los huevos depositados en la jardinera. Los dos jubilados se encariñaron con las crías y las alimentaron durante varios meses con carne hasta que los ejemplares acabaron marchándose. v. tomàs alzira
